domingo, 12 de febrero de 2012

El color Púrpura


He aquí el primer intento de Spielberg de hacer una película “seria”. He aquí una de las películas malditas de los Oscar. He aquí El color Púrpura.


La vida no es fácil para una mujer del sur de EEUU a principios del siglo XX. Menos aún si además eres negra, tu padre abusa de ti (y te embaraza dos veces) y luego además te vende en matrimonio a un hombre autoritario que está enamorado de tu hermana. Celie parece haber nacido para conocer el lado duro de la vida. Humillada, ultrajada y con una autoestima anulada desde la infancia, Celie comparte sus penas únicamente con Dios, manteniéndose firme gracias a una fortaleza inquebrantable. Con un tono casi cercano al documental, la película nos muestra todas las vicisitudes que pueblan la vida de Celie, desde que es apenas una chiquilla hasta ya cercana la vejez. Celie no solo sufre con su marido si no que es testigo de las injusticias que sufren sus amigas “Shug”Avery, una “pecadora” cantante de jazz que parece vivir una vida feliz debido a su éxito, aunque paga un gran precio por ello; y Sofía, una mujer con mucho carácter que no está dispuesta a dejarse pisar por nada ni por nadie.

Este drama de pañuelo cuenta una historia necesaria, que denuncia la situación de las mujeres en la sociedad del siglo XX, mostrando las desgracias que caen sobre tres mujeres de muy diferente carácter, sólo por el hecho de ser mujeres. La película Precious puede considerarse una versión actual de la misma historia (siendo bastante admirables las dos).

ACTORES: Spielberg sabe ser un gran director de actores y aquí se encuentra a tres actores en estado de gracia, que hacen probablemente las mejores actuaciones de sus vidas. Whoppi Goldberg, a la que nunca se le ha considerado una gran actriz, compone a una magnífica Celie, creíble en su humillación y en su personalidad anulada. Danny Glover, apenas conocido por otra cosa que sus papeles en Arma letal, nos muestra un retrato del típico hombre de principios del XX. Pusilánime y tímido, es un total don nadie que se muestra superior y dominante sobre el único ser que considera que “le pertenece”, la pobre Celie. Finalmente, la conocida Oprah Winfrey interpreta a la perfección a una mujer “moderna”, consciente de que no puede dejarse pisar por el propio hecho de ser mujer, pero incapaz de saber cuando esa valentía se torna inconsciencia.

DIRECTOR: Anteriormente ya había revolucionado la manera de hacer cine de entretenimiento (Tiburón, Encuentros en la tercera fase, Indiana Jones), pero de Spielberg nadie se esperaba que fuera a rodar un dramón de pañuelo con fuertes cargas de denuncia social. La película combina momentos realmente magníficos con otros de una carga sensiblera excesiva, mostrándose irregular. Además, al estar rodada de una manera tan fría, buscando profundizar en el realismo de las escenas, no se consigue (especialmente al inicio) empatizar demasiado con el personaje principal. La historia es algo lenta y pesada, pero está rodada con mucha seriedad y corrección. Spielberg maneja a unos actores en estado de gracia y consigue sacar algunos momentos de los que parten el alma y denuncian unos hechos que siguen teniendo plena vigencia. Toda la puesta en escena está muy trabajada y se plasma fantásticamente la crónica de una época y una forma de vida. Tanto la fotografía, como la música como el vestuario están muy bien realizados, realzando la valía de la misma.

GUIÓN: Si la película adolece de algo, es de un ritmo muy cansino. Todas las escenas son calmadas y lentas, para dar tiempo a que cada idea se asiente y deje poso, mientras que uno se puede recrear en lo correcto del encuadre y el color. Ello permite algunas escenas magníficas pero en otros momentos se puede volver algo pesado. No obstante, la historia es vibrante y te mantiene pegado al asiento si eres capaz de soportar el bajo ritmo de la misma. Por otro lado, las dos subtramas se encuentran perfectamente entrelazadas con la historia principal y le añaden profundidad y trascendencia a la historia. Como siempre, el happy ending obligatorio de Spielberg no puede faltar, aunque en este caso quede algo más forzado de la cuenta (la última escena es algo horrenda, pero qué se le va a hacer).

Quizás no es la mejor película de Spielberg, pero es su primer acercamiento a una temática seria (son mucho mejores Salvar al Soldado Ryan y La lista de Schindler). Teniendo en cuenta que se trata de un dramón de pañuelo que puede no gustar a todo el mundo, contiene escenas magistrales y momentos perfectamente disfrutables.

Es una cruda historia sobre la vejación, el "uso esclavizante" de la mujer, el maltrato y el abuso físico, la discriminación, la soledad y la separación de los seres queridos, pero por encima de todo es un relato de supervivencia en una sociedad raciste e hipócrita, un relato sobre el triunfo del amor y de la sangre a través de una conducta perseverante que no baja los brazos.  Es un film que celebra el hecho de poder seguir estando vivo, de mantener presente los lazos de sangre aunque sean distantes, de revelar al mundo una parte de la historia afro-americana que es desconocida por muchos. Es un film que habla sobre personas, sobre el amor, la comprensión y el crecimiento personal a pesar de las dificultades, sobre las crisis emocionales, el papel de la mujer en la vida y la “superioridad” del hombre sobre ella.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.4

Se llevó 11 nominaciones al Oscar (Película, director, actor, actriz, actriz secundaria, guión, vestuario, fotografía, banda sonora, canción, dirección artística y maquillaje), vamos, todo. Sin embargo, no se llevó nada, aunque esa avalancha de nominaciones indica que la película está bien hecha. Ese año triunfó Memorias de Africa, que tampoco es que sea muy superior.

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