Mujeres al borde de un ataque de nervios es la película que confirma a Pedro Almodóvar como un director importante, aquel a partir del cual se le comenzó a tomar en serio. No es su primer bombazo, pero sí el que hace que deje de ser considerado un one-hit wonder
Pepa ha sido la fiel amante de Iván, pero se ha enterado de que hay otra amante. Carlos, el hijo de Iván, quiere alquilar el piso en que vive Pepa. Candela ha visto como su novio ha sido detenido. Lucia, mujer de Iván, quiere matar a todos. Todo se lía todavía más cuando aparecen unos terroristas chiís y un gazpacho asesino.
El argumento central es el típico de una comedia de enredo sin muchos arreglos, si acaso con un tratamiento algo más dramático del habitual. Sin embargo, es la aparición de las subtramas absurdas, que recuerdan a lo que los Coen harían posteriormente en sus primeras comedias, los que lían completamente la película y convierten la tragedia en una sucesión de risas disparatada.
Un buen remedio para la tristeza. Este cóctel bien agitado es una comedia muy loca, ácida, divertida, tierna, barroca, absurda… Decididamente almodovariana, presta a conseguir que te descacharres de risas.
A cargo de
protagonizar este engendro está Carmen Maura, una de las actrices fetiche de
Almodóvar. Sorprende la naturalidad con la que crea a su personaje en un
ambiente tan absurdo con un papel de bandera (de los muchos que tiene). Pero es
que no es sólo ella, hay un puñado de personajes que se hace imposible recordar
sin una sonrisita (la portera Chus, el taxista Montesinos, la perseguida
Barranco, la vengativa Manver…).
Gozan para ello de
un guión plagado de diálogos que saltan del realismo al vodevil y a los
momentos más absurdos con una facilidad pasmosa, cambiando el tono
continuamente sin que nada chirríe, volcándote los chistes con un ritmo bien
vivo. No es tarea fácil arrejuntar tal cantidad de memeces sin que por ello te
salte el desarrollo por los aires en ningún momento. Su desenlace es, además,
inesperadamente coherente, cerrando todas las imposibles tramas argumentales
con acierto (¡y lógica!) en unos treinta minutos finales tan desconcertantes
como desternillantes.
Mujeres
al borde de un ataque de nervios es un engendro que
debería explotar en la cara de cualquier director, pero que Almodovar (y un
puñado de actrices llenas de carisma) se las arreglan para transformar en una
comedia de bandera. Lo dicho, las risas están aseguradas con esta película en
la que cualquier cosa es posible.
Nota: 9
Nota filmaffinity: 7.0
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