jueves, 1 de noviembre de 2018

Arma Fatal


Simon Pegg y Nick Frost se han erigido como una de las parejas de cómicos británicos más afamadas del abundante panorama británico. Lanzados al estrellato internacional con la punzante Zombies Party, completaron a posteriori una singular trilogía que sólo tenía en común a los actores y el amor por los helados de sus personajes. La película que hoy nos ocupa, Arma fatal, es su segunda parte, culminada finalmente en la descomunal pelea de Bienvenidos al fin del mundo.

Arma Fatal es una película muy difícil de clasificar. Esta comedia británica de policías de 2007 es una parodia deconstructiva y un homenaje a todas las películas de colegas de detectives de EEUU, situada en un bucólico pueblo de Inglaterra lleno de secretos.

En ella, Nicholas Angel (Simon Pegg) es el mejor policía de Londres, capaz él solo de mantener el crimen de la urbe en mínimos históricos. Es, parafraseando a su exnovia Janine (una irreconocible Cate Blanchett), incapaz de “apagar” su estado de oficial de policía. Sus superiores piensan que es muy bueno en su trabajo. Demasiado bueno, de hecho. Lo que hace quedar mal al resto de los policías del cuerpo. Con la intención de poder vivir más tranquilos, lo ascienden y lo convierten en sargento de un pueblecito en el que nunca pasa nada en la campiña inglesa. Sandford (Gloucestershire) ha ganado el premio al “mejor pueblo de Gran Bretaña” durante un buen puñado de años; una villa reconocida por no tener crímenes… pero símuchos accidentes.

Los primeros equívocos hacen patente que Nick no encaja para nada. Sus tareas son extremadamente banales y choca inmediatamente con los relajados policías locales, especialmente con Danny Butterman (Nick Frost), un “joven” policía que quiere ser un poli duro de película (como en Dos policías rebeldes y Le llaman Bodhi, para ser precisos). A partir de ahí, empiezan a suceder una serie de extraños incidentes, lo que lleva a pensar a ambos policías que hay algo turbio escondido en el pueblo…


Escrita y dirigida por Edgar Wright, la película se dedica a arrojarte a la cara durante 90 minutos todos los tópicos de las películas de policías para dejarte clarito que son pura fantasía… y aplicar todos y cada uno de ellos en su tramo final, sin dejar por ello de parodiarlos. Pocas escenas y detalles de la pantalla se reflejan “porque sí”, obedeciendo a un plan que esconde una muy detallista sofisticación referencial. Sorprende en su complejidad para una película que no apunta inicialmente a ser más que una chorrada gigantesca. Sin embargo, tenemos acción abundante, salvaje y bien rodada, con poco que envidiar a las propuestas con mucho más músculo; la trama se enreda con brío y sin artificios, con una enjundia que llega mucho más profundo de lo que uno esperaría, provocando que el desenlace se acometa con muchas, muchas ganas. Todo ello sin dejar de abanderar con ganas el humor absurdo que te obliga a exclamar “pero que demon…” entre un buen puñado de risas.

Además, al estar ubicado en los pueblecitos del oeste de Inglaterra, te retrata con gracia todos los tópicos de la región (acentos, pueblerinos, tweed y chorradas varias), lo que añade un puntito entrañable a todo el conjunto. Después de haber vivido un tiempo en uno de ellos, me choca comprobar lo condenadamente bien relacionado que está todo. ¡Es tal que así!

 La parte más floja se halla en los personajes y sus actores. No tanto en Simon Pegg y Nick Frost, que se las pintan solos para hacer el canelo, como llevan haciendo con notable éxito durante los últimos veinte años, sino en el manojo de secundarios, que son meros tópicos andantes interpretados por actores que no se toman en serio el proyecto. Pero bueno, ¿cómo te puedes tomar en serio una película tan chorra y pasada de página como ésta?, tampoco sería cuestión de criticarles mucho por ello. En el fondo, las comedias absurdas son lo que son, aunque molen tanto como ésta.

 Arma Fatal es una de estas películas que te reconcilian con la vida. Sentido quizás no tiene mucho, pero destila hilaridad por los cuatro costados, con el humor justo para mantenerte una sonrisa, mezclando los géneros como pocas (de comedia chorra ZAZ, se pasa a buddy movie letal a un final que mezcla La comunidad con los westerns de Sergio Leone. El mejunje es un poco raro, pero si te casas con el humor del Cornetto… el descojone está asegurado.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.7

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