sábado, 24 de noviembre de 2018

Banderas de nuestros padres


Después de un nuevo visionado de esta película, no sabéis cuál ha sido mi sorpresa cuando me he dado cuenta de que no la tenía reseñada. Convencido de que sí había hecho una, pero bueno o me desaparecen entradas o no lo hice, mira tú por dónde.

Esta película es parte de un extraño proyecto de Clint Eastwood que se centraba en una cruenta batalla en el frente del Pacífico en la IIGM, que en la que el ejército estadounidense derrotó en Iwo Jima a los japoneses tras sufrir una grandísima cantidad de bajas. La idea era mostrar la batalla desde ambos frentes en una mastodóntica película de casi tres horas. Sin embargo, a medida que desarrollaba el guión en pre-producción, la historia fue creciendo y pronto se hizo notar que lo más conveniente sería partir la película en dos films, uno centrado en cada bando. Así pues, se gestaron Cartas desde Iwo Jima  y Banderas de nuestros padres, un curioso caso de películas hermanas rodadas simultáneamente.

La que nos ocupa hoy, Banderas de nuestros padres, se centra en los hechos posteriores a la foto de la victoria en el bando estadounidense. Esta foto, una de las más famosas de la historia, fue vital en el mantenimiento de la moral en la sociedad yanqui, que empezaba a sufrir los estragos de una guerra que creían ya acabada (el frente europeo casi está finalizado a estas alturas del partido) pero que debe sufrir todavía muchas bajas si quiere cimentar su posición en el frente del Pacífico. Los azares del destino convierten esa foto en un símbolo, transmutando en héroes a los infelices soldados que toman parte de ella. Éste es el punto de partida de Eastwood, que ¿denuncia? ¿muestra? la hipocresía del circo propagandístico que se forma alrededor de la imagen, centrándose en las desventuras del grupo de soldados que, del frente de Iwo Jima, se ven arrojados a sus quince minutos de gloria que la vida nos regala a casi todos.

El foco del film se halla en el retrato emocional de los soldados que forman parte de la foto de marras. Aunque camaradas de armas, tienen sus divergencias sociales, agravadas por los traumas causados en la guerra, fuera de lugar entre los lujos a miles de kilómetros del frente, sufriendo en su incapacidad para reincorporarse a la sociedad. Gente de a pie, sencilla, que bastante tienen con no acabar muertos cada mañana y que a duras penas pueden vivir el día a día con su conciencia y sus fantasmas. El lanzamiento al efímero estrellato militar, al que han accedido por mera casualidad, no les pone las cosas más fáciles, especialmente cuando el boom publicitario se apaga y las “mascotas” ya no son necesarias. ¿Y qué hacemos con el perro cuando sobra, oiga? Pues eso.


El planteamiento es ciertamente magnífico y los medios para llevarlo a cabo no se quedan atrás. Sin embargo, la película se hace bastante pesada, principalmente por su ausencia de ritmo, con multitud de redundancias que provocan que el desarrollo se arrastre antes que avanzar. La falta de carisma de sus actores no ayuda a que nos importe un poco qué les ocurre a estos soldados que van de aquí para allá sufriendo o muriendo según toca. Da la sensación que los saltos temporales con los que se explica el pasado de los personajes se sucede con más aleatoriedad que sentido, con lo que la ensalada de batallas y desfiles publicitarios acaba confundiendo y volviéndose indigesta.  Pocas veces encuentro que recortar 15-20 minutos de duración le hubieran sentado tan bien a una película. Quizás no hubiera ganado sentido, pero sí mucha fluidez.

Por otro lado, se nota que Eastwood sabe rodar escenas con gusto clásico. Desde los barcos de la armada hasta las ruedas de prensa bajo la estatua de la Libertad, la puesta en escena es impecable, con una consistencia (incluso cuando hay tiros y explosiones por todos lados) que ya quisieran muchos. Se nota que hay dinero y se gasta con cabeza.



Sin ser en modo alguno una película mala, se hace pesada en su visionado, pesimista pero no triste, quedando relegado como el patito feo del díptico, pues su partenaire japonesa (de la que algún día haré reseña) le barre en todos los sentidos. En gran parte sólo recomendaría su visionado si se quiere ver el conjunto y así conocer a fondo todo lo que envolvió la batalla de Iwo Jima.

Nota: 5
Nota filmaffinity: 6.5

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