miércoles, 2 de noviembre de 2016

Las extrañas aventuras de Solomon Kane (Robert E. Howard)



Hace poco que me he mudado y estrenado un nuevo trabajo, un par de cosillas un poco estresantes. Como me apetecía leer algo ligerito para desengrasar y la mayoría de cajas aún no han llegado, me he puesto a rebuscar entre los libros de mi e-book hasta que apareció un compendio de los relatos completos de Solomon Kane. Debo reconocer que de este personaje no tenía más referencias que una película horrible y el consuelo de estar escritos por Robert E. Howard, el creador de Conan, pero como cumplía los requisitos de entretenimiento que le pedía, me tiré de cabeza.



Título: Las extrañas aventuras de Solomon Kane
Autor: Robert E. Howard
Título original: Solomon Kane

“La serie de Solomon Kane puede considerarse una confluencia de géneros como el histórico, la aventura, la narrativa de piratas, el folletín y el terror, en ocasiones de corte bastante gótico. Solomon Kane es un sombrío puritano de los tiempos de Isabel I de Inglaterra –justiciero misterioso, solitario y de métodos expeditivos–, y a lo largo de un puñado de cuentos vive sus tenebrosas aventuras por Europa y África (un continente inexplorado, lleno de ciudades perdidas, caníbales, y horrores sin cuento). Lo sobrenatural –desde espectros a razas vampíricas– no sólo está presente en estos relatos, sino que a menudo forma parte fundamental de sus tramas. Las extrañas aventuras de Solomon Kane reúnen los ocho únicos relatos de este personaje publicados, en vida de Howard, por la revista Weird Tales, respetando su escritura original y lejos de los arreglos que sufrieron en ediciones posteriores. La edición se completa con La sombra del buitre, relato protagonizado por Sonia la Roja, que se desarrolla en Viena, durante el sitio de Soliman el Magnífico.

Primera sorpresa: yo esperaba una ambientación completamente fantástica, como en Conan o Kull, pero las Aventuras de Solomon Kane se ubican en nuestra Tierra (ejem). Las huellas del camino llevan a Solomon Kane a lugares tan diversos como Inglaterra, Turquía, el Caribe o la jungla africana, según las necesidades o la imaginación del momento. Curiosamente, ninguno de los relatos tiene relación con el siguiente o muestra la más mínima interconexión más allá de estar protagonizados por el mismo justiciero. Un tópico andante que hemos visto repetido (copiado quizás de aquí) en un puñado de historias, el del vagabundo que va de pueblo en pueblo arreglando injusticias de la manera más bruta allá por donde pasa. Ya sea buscado por crímenes que no ha cometido, comido por los remordimientos de un pasado que intenta olvidar a golpe de espada, o como un solitario cow-boy más rápido que su sombra, el esquema es siempre el mismo: nuestro protagonista llega a un pueblo, se mete donde no le llaman, el malo hace maldades y Kane acaba con él.
 
Puede parecer repetitivo, pero cada capítulo de esta (ejem) serie es muy diferente del anterior. Hay historias de piratas llenas de acción y realismo, otras se ubican en tierras ignotas, donde las aventuras se tornan exóticas y están impregnadas de magia ancestral, mientras que las últimas beben del terror lovecraftiano para gozo de los amantes de los pantanos lúgubres y los poderes primigenios. Con tanta variedad de planteamientos, cada relato se torna único y distintivo, por lo que su lectura se mantiene fresca y emocionante. No sé si es que era justo lo que necesitaba leer en este momento, pero no esperaba pasármelo tan en grande como lo he hecho.

Howard no pasará a la historia por su estilismo en la escritura. Al contrario, su estilo es tosco, impulsivamente directo. Cada descripción contiene detalles de brutalidad y acción desmedida, en el que no es extraño encontrar muerte y destrucción. Sus relatos están rellenos de emociones fuertes y, sobretodo, una extraña pátina de atemporalidad que crea un Universo fascinante en el que sumergirse. Puede que en este caso se trate de nuestra Tierra, pero no parece sino un lugar en el que vivir terroríficas aventuras folletinescas que devorar y disfrutar, una invitación a dejar aflorar la imaginación y profundizar en un mundo en el que cualquier cosa es posible.

Después de leer este libro, me he sorprendido de la inmensa influencia que ha tenido dentro de la franquicia de WHFantasy. Es asombroso cuánto beben de estas historias. El desarrollo de las escaramuzas, la simpleza de unos personajes que no por ello dejan de funcionar, las escenas llenas de salvajismo y las muertes gratuitas que he leído en esos libros parecen todas extraídas de las apenas 150 páginas de Solomon Kane. Impresionante e inesperado.

Hace no mucho me leí el Esaú Cairn, escrito diez años antes que el primero de estos relatos.  Al compararlos, se hace fácil observar la evolución que se produce, con un Howard mucho más maduro y consciente del tipo de narración que quiere realizar. Cada historia tiene empaque por sí misma, centrándose más en la aventura que en la superhombría y el retorno a la naturaleza primaria de la era Hibórea. En conjunto, los relatos de Kane están mejor escritos y son mucho más disfrutables.

A fin de cuentas, es un libro que provee de diversión y acción a raudales. Como esa hamburguesa gigantesca o esa bacanal de comida sin sutilezas que de vez en cuando apetece meterse entre pecho y espalda, este libro florece como una estupenda excusa con la que perderse durante unas cuantas tardes. Si no eres de corazón sensible… ¿a qué esperas para conocer las salvajes aventuras de Solomon Kane?

Nota: 7
Nota anobii: 3.66/5

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