jueves, 2 de junio de 2016

Batman v. Superman: El amanecer de la justicia



Tengo sentimientos encontrados con DC. Sus personajes son los que más me gustan, pero están realizando unas campañas y unas propuestas tan deficientes para la evolución de su universo cinematográfico que cada vez tengo menos ganas de ver sus películas. Sólo cuando Batman Vs Superman se convirtió en el punchingball andante del momento le empecé a coger un poco de interés. Después de todo, la experiencia me ha dicho que, normalmente, los punchingballs no suelen ser cosas “tan malas”.



Lo que más confundió a muchos al inicio es que se creía que este film iba a unir el Batman de Nolan con el Superman de Snyder, pero no. Es una continuación de El hombre de acero en el que se presenta al Batman de ese universo y se aprovecha para introducir una ensalada de personajes para ir enfocando “La liga de la Justicia” que, viendo el éxito que está teniendo DC, no sé si llegaremos a ver.

El amanecer de la justicia presenta el mundo tras la llegada del Kryptoniano invulnerable. Batman es el justiciero de la “ciudad vecina”, en una encarnación mucho más vengativa e implacable, más cercana a Punisher que a cualquiera de las versiones que estamos acostumbrados. Y para Batman, nadie más que él puede saltarse las leyes de los hombres, especialmente un ser todopoderoso e invulnerable. Lex Luthor, por su parte, es un magnate excéntrico que no se sabe muy bien porqué, quiere malmeter a lso dos héroes (como si este par de machos alfa necesitaran muchos motivos para atizarse). Y también está Wonderwoman, que simplemente pasaba por ahí.

No, Snyder no quiere prestar mucha atención a la trama argumental, que parece no considerar más que una excusa con la que enfrentar a Superman y Batman y así generar un puñado de escenas de acción marca de la casa (tal como hizo en 300 o en El hombre de acero). Con este panorama, se entiende rápido que la trama argumental no es lo más importante de la película. Los diálogos y las acciones que conducen al gran enfrentamiento son entre desordenados y bochornosos, pero una vez soportada una hora larga de caos con poco sentido, empiezan las toñas como deben ser y ahí tenemos toneladas de fanservice, un apartado visual impresionante y las escenas “superépicas de la muerte” a las que Snyder nos tiene acostumbrado. Para que negarlo, la pelea final contra Doomsday tiene a los tres dándolo todo de la manera más espectacular, que es lo que los fans queríamos. Sin embargo, la traca de fuegos artificiales no compensa los noventa minutos de tedio que hemos tenido que soportar previamente. El frenesí final pide a gritos un guión y una dirección previa con más enjundia con la que dar sentido al despliegue de explosiones y guantazos.


El mayor problema que tiene la película es el pábulo de trascendencia que se intenta dar a una propuesta que no es más que un mero entretenimiento. Es una de las diferencias de concepto entre el universo Vengadores y el de DC. Mientras que Marvel no piensa más que en hacer pasar un buen rato al espectador (y tiende a conseguirlo), DC juega a “esto es lo más importante que has visto nunca y va a cambiarte la vida”. Es algo fácilmente comprobable en la diferencia que hay entre la pegadiza BSO de Civilwar y el grandilocuente (y espectacular con ganas) trabajo de Hans Zimmer aportando epopeya a cada instante de la cinta.Planteamientos diferentes para una saga que ha dado resultados MUY diferentes.

Una cosa que hay que reconocerle es el acierto en gran parte del casting. Henry Cavill y Amy Adams son unos más que dignos Superman y Wonderwoman (respectivamente). Se les ve esforzados e implicados con el proyecto. Por su parte, Ben Affleck compensa su vergonzoso Daredevil dando un Batman impresionante, a medio camino entre El regreso del Caballero Oscuro y el de Arkham Asylum. Con sus antecedentes, tenía mucho miedito de lo que nos iba a ofrecer y me he alegrado al comprobar que si la película falla, no es precisamente por ello. Jesse Eisenberg, por su parte, ha recibido un montón de críticas por su Luthor tan jokerizado. Ahí entiendo que no es culpa suya, el guión y el director le piden ser un Joker raro y es lo que él hace. Personaje fallido y desagradable, pero por culpa del guión, no del actor.


El amanecer de la Justicia acaba dando una sensación de quiero y no puedo. Por un lado, se nota que hay mucho dinero gastado y tanto los efectos especiales como las escenas de acción son lo brutalérrimas que se le exige. Por el otro, las ínfulas de épica y las prisas por dirigirnos hacia la Liga de la Justicia impiden disfrutar de los fuegos artificiales –sin sentido debido a un guión que embute  un puñado de argumentos sin detenerse a comprobar la coherencia-. Acaba siendo mucho menos de lo que quiere ser y se nota. Probablemente se disfrutaría más si se tomara menos en serio a sí misma, pero sus ansias de ser “la mejor película de superhéroes que has visto” le hace demasiado daño. 

Acaba siendo una peli flojilla. Y eso cuando intentas competir ante la redondísima Civil War es un problema bien gordo. Ahora bien, ¿es la basura que dicen casi todos? Oye, pues no. Es simplemente regulera. Palidece ante las mejores de la Marvel (y ante las no tan buenas), pero no es el horror que nos ha deparado las múltiples propuestas de “Los 4 fantásticos” o “Green Lantern”.

Tras el éxito de los vengadores, era obvio que DC acelerara su “Liga de la justicia”, pero está naufragando tanto en los preámbulos que no sé qué va a salir de allí. Las salas las ha llenado pero…

Nota: 3
Nota filmaffinity: 6.0

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