lunes, 12 de octubre de 2015

El caso Slevin



Hace años apareció esta película en la televisión justo cuando al inicio y me quedé totalmente pillado. Su prólogo es poderoso y original, rompiéndote todos los esquemas que uno puede esperar, descolocando con ganas. Me volvió a la mente una de esas tardes en que lo que necesitas es una película sin cargas emocionales, de esas con las que sólo debes sentarte y disfrutar, ¿y por qué no hacerlo con una de detectives original y diferente?
 
Después de un par de asesinatos que no vienen al caso, el protagonista aparece en escena. Guapetón, sí. Pero rápidamente vemos que es un pobre diablo con mala suerte que ha vivido el peor día de su vida: su novia le engaña, pierde el trabajo y su piso y, cuando visita a un amigo en busca de apoyo, le atracan. ¿la cosa puede ir aún peor? Pues sí, unos mafiosos le hacen un Lebowski y le obligan a realizar un asesinato o se lo asesinan a él. Sin comerlo ni beberlo, se ha sumergido en una absurda trama de guerra entre mafias, apuestas pendientes, vecinas demasiado oportunas y un asesino a sueldo que juega en demasiadas mesas. La ida de olla está servida.

El mejunje se basa en trasladar la absurdez de las tramas de Lebowski a la gran ciudad y convertir sus excéntricos grupúsculos violentos en estrafalarias mafias. Tiene mucha menos gracia que los Coen, pero constituye un ejercicio de estilo la mar de interesante, con una serie de personajes inencontrables en la mayoría de propuestas, mantenidos por un elenco actoral que chorrean toneladas de carisma, ya sea riéndose de sí mismos (Willis, Freeman, Kinglsey), convirtiéndose en pura neurosis (Liu) o moviéndose entre la clase y la pateticidad como nadie (Harnett). Es difícil decidir quién está más pasado de página, si el protagonista “impreocupable”, el judío gay, la forense sabelotodo, el mega-asesino o los dos capos mafiosos incapaces de equivocarse.

Durante ¾ partes de la película, el desmadre está garantizado, llevando al límite la propia incredulidad del espectador. Toda la película desborda un estilo innegable, con una factura técnica impecable y un trabajo en la fotografía más que notable. Contribuyendo ésta a generar un ambiente de artificialidad que convierte espacios urbanos reconocibles en inhóspitos y desagradables.
El brutal ritmo se acompaña de un guión lleno de trampas, exageradísimo y lleno de un humor negro y gamberro la mar de disfrutable. La madeja de la trama se entrelaza, lía y emborrulla continuamente, jugando con un espectador al que zarandea con diálogos rapidísimos y afilados, llenos de mala leche y dardos punzantes que harán disfrutar al espectador con esta gamberrada.

Los primeros 15 minutos son fabulosos, demenciales. Sin duda lo mejor de la cinta y más que capaces de dejar sin aliento. El vertiginoso desarrollo y la rapidísima sucesión de escenas espantan al aburrimiento de manera contundente, creando un rompecabezas deliberadamente confuso e intrigante. El laberinto que se nos presenta se halla relleno de quiebros y requiebros gamberros y cachondos, pero peca de tornarse visceralmente seria en su desenlace, simple y convencional, que no pega de ninguna manera con la gamberrada bufona que venía siendo. Un final tan simple no encaja de ninguna manera con el juego de trampas que te han hecho seguir. Lástima…

Engancha y desestresa con alegría, El caso Slevin es una película quizás un poco olvidada que pasó sin pena ni gloria por los cines, pero que vista con perspectiva, tiene muchos puntos donde agarrarse y con los que divertirse. Trampea y juega con el espectador de mala manera –avisándote desde el primer momento que lo hace, ojo- y su ritmo, su buena factura visual y sus pedazos de actores lo convierten en un espectáculo la mar de aprovechable. Es un poco fastidioso que el final se vuelva repentinamente demasiado serio, estropeando el conjunto. No es ni mucho menos un must see, pero sí que es una propuesta la mar de visionable y reseñable. Es de esas películas que se pueden ver varias veces, disfrutándola cada vez de otro modo, una de esas que recomiendas y quieres ver con alguien nuevo.

Nota: 7 hubiera sido un referente del género gamberro cuidando más algunos detalles, como su final …
Nota filmaffinity: 7.4

2 comentarios:

  1. Cuando la estrenaron leí unas cuantas críticas negativas que hicieron que la viera con un poco de recelo, a pesar de que trabajan dos actores que me encantan: Freeman y Harnett. Hace ya algún tiempo de eso y no la recuerdo tan bien como para analizarla al detalle, pero sí recuerdo que me lo pasé genial viéndola (y a veces sólo se trata de eso) y me dejó buen sabor de boca. Y sí, después la he recomendado :)

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    1. Viendo los actores es muy fácil quedarse con la copla equivocada y esperar ver una película diferente a lo que te van a meter en los morros. Y claro, la gente gusta de ver aquello que espera ver...
      Eso sí, te lo pasas genial con ella, que es lo importante.

      Mt

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