lunes, 24 de noviembre de 2014

Tengo algo que deciros

No todas tienen que ser películas sesudas y de gran trascendencia. De vez en cuando apetece ponerse con propuestas más ligeras que permitan relajarse un poco y, simplemente, pasar un ratito agradable.

Tomasso va de visita al pueblo a ver a su familia y a hacer algo muy importante: salir del armario. Sin embargo, en la noche más importante su hermano mayor se adelanta y es él el que declara su homosexualidad. Ante los altercados provocados en la familia por la noticia, Tomasso decide esperar unos días a que se calmen las cosas antes de salir a su vez del armario, claro que las cosas no tomarán realmente el rumbo que esperaba.

Con un disfraz de comedia romántica al uso se esconde un curioso retrato de la retrógrada sociedad burguesa rural italiana. Es una cinta marcadamente costumbrista que trata las dificultades que puede entrañar salir del armario en una sociedad donde el qué dirán es absurdamente importante y no importa ser alcohólico, infiel, envidioso o criticón, pero ser homosexual te convierte en un degenerado de la peor especie.  

Los problemas para ser uno mismo, la presión para cumplir “el deber familiar” y el qué dirán se entremezclan con una inusual normalización de la homosexualidad, incidiendo principalmente en ridiculizar y mostrar lo estúpidos que son los comportamientos homofóbicos.  El excéntrico y variado crisol de personaje la aleja de las comedias románticas habituales, mostrando su marcado carácter italiano.

A pesar de unos cuantos gags que se acercan demasiado a la vergüenza ajena, encontramos una película con un agradable desarrollo, un par de chistes bien encontrados y una buena defensa de que obtener la confianza para aceptarse a uno mismo y expulsar las verdades ante los seres queridos es mejor que vivir en escondido y engañando a tu conciencia (aunque se nos recuerda con una obviedad a veces excesiva). Todo ello mediante un pequeño recorrido a través de los mejores paisajes del sur de Italia (preciosamente retratados) siguiendo a una familia agradable y cargante a partes iguales.

Es una película irregular, tanto en su carga dramática como en sus momentos cómicos, que nos transporta a lo largo de aquellas comedias italianas corales. Su estructura narrativa típicamente italiana va más allá de la típica película “gay”, mezclando la calma campestre, el bucolismo de los pequeños pueblos rurales con las tensiones de la “familia” y la honestidad del hombre homosexual consigo mismo.

Nota: 3
Nota filmaffinity: 6.3

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