domingo, 14 de julio de 2013

Los viajes de Tuf (George R. R. Martin)

Poquitos ya me quedan de este escritor tan particular que es Martin. Sus primeros libros son bastante malos pero poco a poco va creciendo como escritor, convirtiéndose en lo que es hoy. Hoy toca uno de los libros que apareció justo antes de Juego de Tronos, dónde ya le empezaba a tener cogido el truco a esto y desembarca en la ciencia-ficción con resultados bastante satisfactorios.

Título: Los viajes de Tuf
Autor: George R.R. Martin
Autor: Tuf Voyaging


“Haviland Tuf es un ser curioso: un mercader independiente de gran tamaño, calvo y con la piel blanca como el hueso. Es vegetariano, bebe montones de cerveza, come demasiado y le encantan los gatos. Además, es honesto. Tuf logra poseer una enorme nave espacial, El Arca, la única superviviente del antiguo Cuerpo de Ingeniería de la Vieja Tierra. El Arca es un artilugio desaparecido hace más de mil años, pero que revive gracias a Tuf y a sus gatos. A lo largo de los siete relatos que forman este libro, Tuf consigue la nave, la repara y resuelve un sinfín de problemas espaciales con la ayuda de la ingeniería ecológica, una profesión que él recupera y a la que añade la impronta de su personalidad, astucia e ironía.”

Este libro es un perfecto ejemplo de lo que en ciencia-ficción suele llamarse fix-up. Está compuesto por pequeños relatos publicados entre 1980 y 1986, sin otro hilo común que Tuf y su Arca. Después de recibir abundantes premios y buenas críticas, una editorial se interesó por su publicación. Esto hizo que Martin escribiera un relato adicional para dar trasfondo (La estrella de la plaga, más una novela corta que un relato) y el resto de relatos se reescribieron levemente para que formaran un Todo coherente.

Todos los relatos giran en torno a Tuf y su trabajo como “consultor ecológico” que va de planeta en planeta y es contratado para “arreglar los problemas” de la ecología local. Me han recordado mucho a la serie de Star Trek, dónde en cada capítulo desembarcan en un planeta y tienen un caso que resolver. Sin embargo, Tuf es un personaje bastante particular y su manera de “arreglar el problema” no tiene por qué coincidir con la que desearía su cliente. Después de todo, Tuf presume de su honestidad y siempre va a la causa raíz de los problemas, que suele ser, cómo no, la especie humana. Es curioso cómo se puede observar una evolución en su modo de actuar. All principio trabaja codo con codo con su cliente, el cual no siempre destaca por sus buenas intenciones. No obstante, dentro de sus posibilidades, intenta buscar una solución que lo satisfaga. Sin embargo, después de algunos desengaños, pasa a decidir y aplicar sin consultar ni tener consentimiento, por lo que los contratantes acaban bastante trasquilados. Realmente, Tuf se queda muy a gusto, y a veces se pasa “un poco” al reventar la sociedad que lo contrata.   
Como es habitual en Martin, el personaje de Tuf está muy bien construido, caracterizado con unas maneras muy afectadas y una superioridad autoimpuesta que recuerdan a un Lord inglés con muy mala leche. Tiene su gracia, no lo vamos a negar.

A lo largo de estos relatos, Martin reflexiona sobre el desarrollo sostenible, el uso de los animales como “diversión”, la influencia de la religión al impedir el desarrollo humano, la ética necesaria en el desarrollo tecnológico, la inteligencia no lingüística… Toca bastantes teclas con buen tino y se entiende porqué estos relatos han sido muy premiados. No obstante,  son relatos que no se crearon para ser leídos juntos en un libro,  en todos ellos tienes una estructura que se repite con el fin de contextualizar al Arca y al personaje que, sí, en un único  relato se necesita, pero todos juntos se hace repetitivo.

Son todos relatos cortos, por lo que Martin no se enrolla y va muy al grano. Son muy intensos y se leen rápidamente. El único discordante es el primero, que es más una novela corta y no tiene ningún trasfondo ético. Es una historia de aventuras previsible, pero muy entretenida que explica el origen de Tuf y contextualiza al resto de relatos. De ellos, destacaría el relato Guardianes, el mejor y más diferente de todos los protagonizados por Tuf (y de los pocos en que el cliente queda “satisfecho”).

A lo largo del libro aflora un sentido del humor cabroncete bastante divertido. Los mundos construidos por Martin rezuman una sorprendente verosimilitud y el planteamiento de la historia sabe ser muy diferente a lo habitual. Todo ello convierte a esta obra en un libro muy aprovechable por todo lector. Su repetitividad y su concepción original en relatos inconexos le hace perder algo de frescura y trascendencia, pero eso no impide que se pueda disfrutar con ganas. 

Nota: 8
Nota anobii: 4/5

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