Poquitos ya me quedan de este escritor tan
particular que es Martin. Sus primeros libros son bastante malos pero poco a
poco va creciendo como escritor, convirtiéndose en lo que es hoy. Hoy toca uno
de los libros que apareció justo antes de Juego
de Tronos, dónde ya le empezaba a tener cogido el truco a esto y desembarca
en la ciencia-ficción con resultados bastante satisfactorios.
Título: Los viajes de Tuf
Autor: George R.R. Martin
Autor: Tuf Voyaging
“Haviland
Tuf es un ser curioso: un mercader independiente de gran tamaño, calvo y con la
piel blanca como el hueso. Es vegetariano, bebe montones de cerveza, come
demasiado y le encantan los gatos. Además, es honesto. Tuf logra poseer una
enorme nave espacial, El Arca, la única superviviente del antiguo Cuerpo de
Ingeniería de la Vieja Tierra. El Arca es un artilugio desaparecido hace más de
mil años, pero que revive gracias a Tuf y a sus gatos. A lo largo de los siete
relatos que forman este libro, Tuf consigue la nave, la repara y resuelve un
sinfín de problemas espaciales con la ayuda de la ingeniería ecológica, una
profesión que él recupera y a la que añade la impronta de su personalidad,
astucia e ironía.”
Este libro es un perfecto ejemplo de lo que
en ciencia-ficción suele llamarse fix-up.
Está compuesto por pequeños relatos publicados entre 1980 y 1986, sin otro hilo
común que Tuf y su Arca. Después de recibir abundantes premios y buenas
críticas, una editorial se interesó por su publicación. Esto hizo que Martin escribiera un relato adicional para dar trasfondo (La estrella de la plaga,
más una novela corta que un relato) y el resto de relatos se reescribieron
levemente para que formaran un Todo coherente.
Todos los relatos giran en torno a Tuf y su trabajo como “consultor
ecológico” que va de planeta en planeta y es contratado para “arreglar los
problemas” de la ecología local. Me han recordado mucho a la serie de Star Trek, dónde en cada capítulo desembarcan en un planeta y tienen un caso que resolver. Sin embargo, Tuf es un personaje bastante
particular y su manera de “arreglar el problema” no tiene por qué coincidir con
la que desearía su cliente. Después de todo, Tuf presume de su honestidad y
siempre va a la causa raíz de los problemas, que suele ser, cómo no, la especie
humana. Es curioso cómo se puede observar una evolución en su modo de actuar. All principio trabaja codo con codo con su cliente, el cual no siempre destaca por sus buenas intenciones. No obstante, dentro
de sus posibilidades, intenta buscar una solución que lo satisfaga. Sin embargo, después
de algunos desengaños, pasa a decidir y
aplicar sin consultar ni tener consentimiento, por lo que los contratantes
acaban bastante trasquilados. Realmente, Tuf se queda muy a gusto, y a
veces se pasa “un poco” al reventar la sociedad que lo contrata.
Como es habitual en Martin, el personaje de
Tuf está muy bien construido, caracterizado con unas maneras muy afectadas y
una superioridad autoimpuesta que recuerdan a un Lord inglés con muy mala
leche. Tiene su gracia, no lo vamos a negar.
A lo largo de estos relatos, Martin
reflexiona sobre el desarrollo sostenible, el uso de los animales como
“diversión”, la influencia de la religión al impedir el desarrollo humano, la
ética necesaria en el desarrollo tecnológico, la inteligencia no lingüística…
Toca bastantes teclas con buen tino y se entiende porqué estos relatos han sido
muy premiados. No obstante, son relatos que no se crearon para ser
leídos juntos en un libro, en todos ellos tienes una estructura que se repite con el fin de contextualizar al Arca y al personaje que, sí, en un único relato se necesita,
pero todos juntos se hace repetitivo.
Son todos relatos cortos, por lo que Martin no se enrolla y va muy al grano. Son muy
intensos y se leen rápidamente. El único discordante es el primero, que es más
una novela corta y no tiene ningún trasfondo ético. Es una historia de
aventuras previsible, pero muy entretenida que explica el origen de Tuf y
contextualiza al resto de relatos. De ellos, destacaría el relato Guardianes, el mejor y más diferente de
todos los protagonizados por Tuf (y de los pocos en que el cliente queda
“satisfecho”).
A lo largo del libro aflora un sentido del humor
cabroncete bastante divertido. Los mundos construidos por Martin rezuman una sorprendente verosimilitud y el planteamiento de la historia sabe ser muy diferente a lo habitual. Todo ello convierte a esta obra en un libro muy aprovechable por todo
lector. Su repetitividad y su concepción original en relatos inconexos le hace
perder algo de frescura y trascendencia, pero eso no impide que se pueda disfrutar con ganas.
Nota: 8
Nota anobii: 4/5
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