viernes, 31 de mayo de 2024

Doctor Extraño en el Multiverso de la Locura

Como podéis leer AQUÍ, Dr. Extraño fue una película que pilló a muchos a contrapie y, esperando una mala película, se encontraron un entretenimiento bastante bien parido. Después de estar de secundario aquí y allá (al más puro estilo Marvel), le tocó el turno de tener su segunda película de protagonista.

Nos situamos un poco después del Lapso y de los incidentes de La bruja escarlata y Visión. El Dr. Extraño sigue con sus crisis existenciales, y un día conoce a América Chaves, una chica que dice venir de otro Universo. Por su parte, Wanda Maximoff, que no lleva muy bien la desaparición de la Visión, encuentra en América una manera de recuperar a sus hijos perdidos, aunque probablemente sea a costa de la vida de la recién llegada. Como no puede ser de otra manera, ambos magos se enfrentarán para imponer su opinión sobre qué hacer, con destructivas consecuencias con la gente que hay alrededor.

Lo que llama la atención casi desde un primer momento es que esta vez hay un autor tras las cámaras. Sam Raimi tiene una carrera bien larga en la que ha dejado claro que es un director con imaginación, que sabe gestionar superproducciones exitosas y que no le gusta que desde arriba le toquen las narices. Obvio es, entonces, encontrar aquí una de las propuestas más personales y diferentes de la franquicia. Como buen veterano del terror y del gore más imaginativo, Dr. Extraño y el Multiverso de la locura se acerca por momentos a una película de terror de súpers, con bichos viscosos, muertes brutotas (y que se ven en pantalla) y gamberradas poco habituales. Aprovecha el músculo de los estudios para crear un mundo bastante tenebroso, distintivo desde el primer momento, que se acerca por momentos a una calificación +18 (la entrada de Wanda en el templo, los Illuminati o el momento zombie, escenas que no habríamos esperado ver 5-6 años antes en la franquicia).

El principal problema de la película es que se hace necesario haber hecho los deberes para entender lo que ocurre. Es algo cada vez más característico del MCU y que echa para atrás cada vez a más gente. Si no estás al día de lo que se cuece en el resto de películas, te pierdes la mitad de un planteamiento que no se molestan en explicar. Especialmente sangrante es el caso de Wanda, pues si no has visto La bruja escarlata y Visión para entender de qué va la vaina, y no hay tanta gente que se haya detenido en la serie de Disney+.

Pero bueno, si conoces lo que ocurre o eres capaz de asumir que hay cosas que te has perdido, te espera una película tremendamente disfrutable. La trama avanza a buen ritmo, sabe ser variada en sus escenas y se guarda un puñado de momentazos que son puro gustazo para la diversión Pulp más gratuita. Toda la pelea con los Iluminatti, la boda inicial, el duelo de música o el momento zombie son escenas que sólo se le ocurrirían a Raimi y, aunque sea simplemente por eso, ya vale la pena disfrutar de la película. Cuando el cómic se pone bien en movimiento, sólo nos queda disfrutar ^^.

Otra cuestión es la presentación y el uso de la propia América Chaves. No sólo es que no la hayan vuelto a sacar a pasear desde entonces (y ya van un buen puñado de proyectos en que podría haber salido), es que se supone que ésta es la película en la que debe lucirse y… ¿no hace apenas nada? Se la podría haber sustituido por un cetro bonito y no habríamos visto muchas diferencias. La actriz Xochitl Gómez hace lo que puede con lo que le dan, pero es que es tan poco…Cosa diferente es el resto de personajes, Benedict Cubmerbatch o Elizabeth Olsen (por ejemplo) tienen mucha más chicha con la que jugar, y se nota.  

Los efectos especiales adolecen del mismo problema de los últimos años dentro de la franquicia: Su irregularidad. Hay escenas que molan y denotan buen hacer mientras que en otras les entraron las prisas y tuvieron que cerrar a toda velocidad, con obvios resultados. A veces en escenas consecutivas y todo. Los problemas de Marvel y sus tiempos, pero bueno… Lo que sí tiene esta película – gracias a su director – es personalidad. A los cinco minutos puedes ver que hay alguien con criterio tras los mandos y se perciben que decisiones fueron tomadas (mejor o peor, pero no surgidas de un comité de economistas). Visualmente, la película luce mejor incluso que su antecesora, que ya fue de las más impresionantes de su ciclo.


Una de las quejas que más pone de acuerdo al público es el poco “multiverso” que tiene este “multiverso de la locura”. Más allá de un momento lisérgico muy cortito, apenas se visita un par de lados, centrándose principalmente en el Universo de los Illuminatti, que además tienen un final un poco cutrillo (total, tocaba que la Bruja Escarlata molara por todos lados).  Se puede tocar ese tema mucho mejor, como hemos visto en un buen puñado de ejemplos posteriores.

Y, finalmente, sorprende el poco calado de la película en el MCU, a pesar del bombazo en taquilla.  Presentas a América, a Cléa y un montón de cosas más y, ¿lo dejas todo en barbecho? A ver, el MCU estaba en un período expansivo en que sólo querían meter todos los personajes posibles y luego “ya veríamos que pasa” que ha provocado que el universo se tire un año en barbecho. Pero bueno, cosas de la franquicia. Ya recuperará el timón (o no).

Así, esta segunda entrega centrada en las vicisitudes del mago más poderoso del MCU vuelve a ser una fantasía visual, que se lanza a la aventura con toda la fuerza del cómic y se permite un buen torrente de momentos molones. Equilibra bien los chistacos con las escenas más siniestrillas y provee del gozoso entretenimiento que deseamos en una película de este calibre. Abría la puerta a un camino que, por lo que sea, se decidió no cursar.

 

Nota: 7

Nota filmaffinity: 6.4 

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