martes, 16 de agosto de 2016

El buen ladrón (Hannah Tinti)



Avanzando a lo largo de la Cesta’13, llegamos al Nº10. Como pasará bastante en los libros que quedan, ni idea del autor o de quién me lo proporcionó. 

Título: El buen ladrón
Autora: Hannah Tinti
Título original: The good Thief

“Ren ha perdido una mano en un accidente que no puede recordar, y a pesar de eso ha aprendido a robar muy bien. También es un buen chico, y aunque sólo tiene doce años, vive desde hace muchos en Saint Anthony, un sombrío orfanato de Nueva Inglaterra. Hay unos cuantos misterios en su vida, como las circunstancias en que perdió la mano izquierda, o su nombre, pues sólo tenía tres iniciales, R.E.N, bordadas en la ropa que llevaba puesta cuando lo dejaron una noche lluviosa a las puertas de la institución. De vez en cuando, cada pocos meses, los muchachos del lugar son puestos en final para que los elijan aquellos que quieren un hijo, o mano de obra barata, o algunas cosas más siniestras. Los chicos saben que si no son adoptados por los granjeros del lugar, cuando tengan edad suficiente, serán enviados al ejército. Claro que, en el caso de Ren, ¿quién va a querer a un chico demasiado crecido para hijo, muy pequeño para trabajador, y además manco? Hasta que un día llega al orfanato un hombre joven, Benjamin Nab, que dice ser el hermano mayor de Ren, y cuenta hazañas heroicas sobre su familia, la muerte de los padres y combates contra los indios. Todo es mentira, pero Benjamin convence a los curas para que le entreguen al chico. Y Ren aprenderá muy pronto que un niño listo, encantador y minusválido, que puede distraer y conmover a sus futuras víctimas, es una valiosa propiedad para un estafador como Nab. ¿Pero quién es realmente ese hombre, y qué relación tiene con el pasado de Ren? ¿Y por qué entre tantas mentiras se adivinan verdades tan extrañas?”

Después de leerlo, la sensación es extraña. El buen ladrón es una propuesta exageradamente irregular. Contiene buenas ideas, genera un par de situaciones muy logradas, pero se mezcla con errores de bulto y decisiones de guión extrañas. 

El inicio es lo mejor, con Ren en el orfanato y un desarrollo que recuerda mucho a las novelas-culebrón de Dickens, pero con un toque de irrealidad en el ambiente, como si en cualquier momento pudiera llegar Peter Pan y lanzar a todo el mundo a volar. 

Una vez Ren sale del orfanato, la novela se transforma durante un rato en una especie de Lazarillo de Tormes yanqui. Ren no lo sabe, pero se ha unido a una banda de saqueadores de tumbas y tendrá que aprender a sobrevivir en una sociedad agreste y peligrosa. Y, cuando ya parece que la novela se aposenta y los secretos van a empezar a desvelarse –como dice el resumen de la contraportada-, se produce un nuevo cambio con la intervención del cacique local y su fábrica de trampas para ratones (tengo el capítulo de Vargas-Llosa aún reciente xD) que nos lanza sin avisar a uno de los relatos de niños para adultos de Dahl, en el que las absurdeces narrativas se vuelven cotidianas y las excentricidades se acumulan sin que a nadie le parezca extraño. Llega un momento cerca del final en que los protagonistas dicen que se dirigirán a México en el que me he quedado pasmado, porque no recordaba que estaban en la Tierra y no en un mundo de fantasía. Para rematar, cuando toca el momento de concluir, a Tinti le entran las prisas y cierra todas las tramas de un plumazo, dejándote con cara de tonto y la sensación de que han cortado veinte páginas en el libro. 

Las influencias son obvias y queda claro que Hannah Tinti conoce muy bien a los autores en los que se inspira (Twain, Dickens, Barrie), pero no ha acabado de encontrarle el punto a la mezcla. Individualmente llega a conseguir unos puntos muy logrados, en el que se permite dar vida a un mundo excéntrico y onírico sin por ello dejar de rebosar el clasicismo propio de las novelas decimonónicas. Sin embargo, luego parece olvidar que ha situado la novela en la Nueva Inglaterra de mediados del XIX y comete errores de ambientación, como si en vez de hacer una novela histórica, hubiera creado un mundo de fantasía épica que, casualmente, tiene el mismo nombre que el nuestro. En ningún momento consigue que sienta este mundo como “real”, a pesar de tratarse de EEUU. 

El personaje principal es el huérfano Ren, un niño apocado y temeroso de Dios, como buen aprendiz de Flanders. Una vez arrojado al mundo real va aprendiendo que no se debe ser tan ingenuo como Rod y Todd, ganando en picardía y viveza sin por ello dejar de intentar ser buena persona. Como El Buen Ladrón se plantea inicialmente como una novela de maduración personal, es obvio que se produzca cierta maduración en su carácter, bien desarrollado por la autora. 

Quién le saca del orfanato y posteriormente se ocupa de su cuidado es el ladronzuelo Benjamin Nab, un buscavidas capaz de vender a su madre por un poco de dinero que vive de trapicheo en trapicheo pero que luego no puede esconder que es más bueno que el pan. Aunque se esfuerza por demostrar que es un malote, se desvive ante cualquier causa noble que encuentra a su paso. Inicialmente se presenta como el hermano mayor de Ren, cosa que sabemos casi a continuación que es falso, pero como dice el propio resumen de contraportada… su elección no tiene nada de casual. 

Si bien los dos personajes protagonistas entran dentro de los cánones habituales, el resto del elenco se sale por la tangente, componiendo un conjunto de lo más excéntrico, que reúne a asesinos sanguinarios, dentistas destripadores, ladrones que resucitan, caciques sin piedad, posaderas sordas y enanos acróbatas. Su participación transforma una novela que parecía picaresca en una suerte de fantasía Dahliana donde el argumento se puebla de coincidencias y absurdeces varias muy alejadas de las 200 páginas anteriores.

Durante este cambio paulatino, los elementos más juveniles son dejados de lado progresivamente, sustituidos por detalles mucho más siniestros. Otra vez, Tinti parece decidir que su obra debe dirigirse al público adulto y, en consecuencia, jalona su relato de escenas escabrosas. Por poner un par de ejemplos: un personaje es un asesino semi-inmortal que se lleva por delante alrededor de 15-20 personas, pero Ren lo adora porque en el fondo no quiere matar, sólo que se le da muy bien y le pagan por ello…O también  el hecho de que Nab, se acabe llevando a la cama a tres damiselas a lo largo de la novela, incluyendo una niña no mucho mayor que Ren, ¡con la que se acaba casando y todo!

Mi impresión es que, al tratarse de la primera novela de su autora, ésta siente la necesidad de hacer alarde de su calidad, por lo que embute todo lo que tiene dentro de ella dentro de la batidora. Sin embargo, al faltar la experiencia que dan los años (o un editor más intervencionista), no es consciente de cuando se está pasando con sus neuras y está expulsando al lector. 

El resultado es una novela demasiado fantasiosa para ser una novela realista, pero demasiado corriente para ser fantástica. Además, las matanzas aleatorias y el sexo la alejan de la literatura juvenil, mientras que el simplón argumento le impide acercarse a novela histórica. Son errores que achaco al querer abarcar demasiado, sin embargo, aprecio buenas mimbres en la novela. Tinti tiene buenas ideas y las desarrolla con calidad, componiendo una novela que se lee con bastante placer si eres capaz de soportar sus idas de olla. 

En resumen, El buen ladrón es una novela demasiado irregular, pero sus momentos álgidos me llaman la atención lo suficiente como para estar atento al resto de libros de Hannah Tinti, que seguro mejorarán al ganar ésta en madurez.

Nota: 5
Nota good read: 3.55

3 comentarios:

  1. Este te lo pasé yo :) Y madre mía, no recuerdo apenas nada de lo que cuentas en la entrada, ni al asesino, ni a las mujeres de Nab (mucho menos que se casa con una niña). Lo único que recuerdo bien es su verdadera identidad y vagamente el robo de cadáveres. No sé si conseguirlo y darle una relectura (porque al leerte me ha vuelto a entrar el gusanillo) o dejarlo pasar definitivamente porque puede que se me olvide todo otra vez.

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    1. jejeje. ¡gracias!
      ¿no recuerdas los aspectos escabrosos? Tiene su miga en ese sentido... xD
      Respecto a releerlo, creo que anda por mi casa. Supongo que lo podría liberar en tus manos y eso.

      Un saludo

      Mt

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    2. No, tranquilo, no estés pendiente :) Pero no! No recuerdo detalles escabrosos, bueno, no recuerdo detalles jajaja.

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