miércoles, 9 de septiembre de 2015

Almuric (Robert E. Howard)



De nuevo, volvemos a los libros pre-cargados en el e-book (y que he descubierto que no puedo borrar si no es a través del PC, mientras que los otros sí se puede). A Robert E. Howard lo conozco por Conan, pero ni idea del resto de cosas que ha escrito. Igual toca ponerse al día, y un libro de 120 páginas nunca viene mal para un par de tardes.

Título: Almuric
Autor: Robert E. Howard

“Un hombre que es perseguido por la justicia debido a un crimen que no ha cometido, se refugia en la casa de un científico que ha construido una máquina teletransportadora hacia otros mundos. Asediado por la policía, decide probar suerte en la máquina y es transportado al mundo de Almuric, un lugar de bellas mujeres, diabólicos monstruos, feroces guerreros y hermosos paisajes donde pasará miles de aventuras.”

Aunque en un primer momento pueda acercarse a la ciencia-ficción, Howard se mueve rápidamente hacia terrenos más conocidos, acercándose a la fantasía hibórea ¿romántica? que le hiciera famoso con Conan. El libro se puede dividir en dos partes bien diferenciadas: en la primera Esaú debe adaptarse a vivir en un mundo salvaje y peligroso, abriéndose paso entre la primitiva sociedad de los Guras. Una segunda aventura le espera al verse implicado en la lucha contra unas monstruosas mujeres aladas que atormentan el planeta. 

Aunque aún no está establecido como tal, Esaú Cairn es reconocible como un Conan primigenio, un hombre tan brutal y peligroso que vive aislado del resto de la Humanidad por temor a herirlos involuntariamente. Sus inmensas capacidades físicas le permiten sobrevivir en el bestial mundo de Almuric donde ningún otro humano podría salir adelante. Allí se encuentra por primera vez a gusto consigo mismo, especialmente cuando comparte su vida con los Guras, un pueblo de brutales salvajes que tienen muy claras las prioridades en la vida: luchas, cerveza y mujeres. Una simplicidad de mente donde no cabe la maldad ni la doblez, con una nobleza primaria que les permite arreglar cualquier problema, ya sea brindando con alegría o luchando con fiereza en la arena. 

Las mujeres Guras son el paradigma de la belleza, pues han sido criadas durante generaciones para ser las más bellas. Su mentalidad casa con la de sus hombres, pues no ansían otra cosa que buenas fiestas que disfrutar, buenas historias que escuchar y un marido amante y vigoroso que las proteja y les de placer. Así pues, se mantiene un status quo donde todos (o casi) pueden ser felices, pues pueden disfrutar sin inconvenientes de los placeres de la vida. 

Representan un retorno a un superhombre más primario al que Howard parece tener mucho aprecio, del cual derivará el astuto Conan. La figura del bárbaro que todos conocemos se gesta aquí, en este Esaú que disfruta dando rienda a sus instintos, pero que cuya superior inteligencia le lleva a medrar rápidamente. 

La bella Altha es el vehículo femenino que motiva el avance de la historia. Sus inquietudes y ganas de saber más le impiden encajar con el molde femenino, provocando el rechazo de su gente pero atrayendo a un Esaú que ansía algo más en una mujer que un buen cuerpo y un cabalgamiento sensual. Su secuestro convertirá a Esaú en un inesperado héroe al provocar la unión entre las diversas ciudades-estado en contra de un las demoníacas harpías, que disfrutan matando y saqueando.

Si hay algo que debe reconocérsele al libro es su simplicidad. Es difícil transmitir en palabras la desnudez de la prosa de Howard, distinguible al instante y tan sutil como un martillazo en los morros. Este primer acercamiento a la figura del bárbaro no es tan fascinante como sí se muestran luego Conan o Solomon Kane, pero sí consigue crear un mundo místico que apela a germinar en nuestra fértil imaginación, especialmente en aquellos ávidos de aventuras épicas y emociones al límite. 

Literatura Pulp en todo su esplendor, visceralmente impactante y con una acción de primera con la que es fácil querer dejarse llevar. El potencial está ahí, su salvajismo primario y su descarnado universo fascina, ¿Cómo permanecer impasible ante frases con una contundencia como la del párrafo siguiente? O te mola a muerte o te repugna, pero seguro que no te deja indiferente. 

“Cuando la carne y la sangre parecía que iban a llegar a sus últimos límites, un rugido de tormenta se elevó hacía los techos abovedados. Surgiendo de los pozos y anegando las salas, una marejada de guerreros que todavía no había participado en la batalla se unió a nosotros impacientes por lanzarse a la lucha.”

Publicado en tres entregas en la revista Weird Tales, hay que reconocer el mérito del autor al crear un Universo tan desolado y alienado con el nuestro allá por 1939, todo un pionero. Presagio de lo que estaba por llegar, de las toneladas de diversión gratuita que el pulp es capaz de ofrecer.
Yo suelo ser de los que flipa y disfruta con estas burradas gratuitas pero la deficiente historia de Almuric y la inexistente profundidad de sus personajes le impiden dar más de sí. ¡Incluso los libros de Gotrek y Félix tienen más enjundia!.

Simple y primaria, Almuric es una vacuidad pulp divertida y tonta con la que liarse una tarde. Si te gusta la acción entretiene lo suyo –y yo me lo he pasado muy bien con él- pero hay que reconocer que el libro está vacío de cualquier otro tipo de contenido. Robert E. Howard escribió parte de la mejor ficción pulp fantástica, pero éste no es uno de esos trabajos.

Nota: 3
Nota Goodreads: 3.75/5

No hay comentarios:

Publicar un comentario