martes, 23 de agosto de 2011

Shutter Island


Un imponente manicomio se alza en una isla de la bahía de Boston. A ella se acercan los agentes judiciales Teddy Daniels y Chuck Ale, pues una peligrosa asesina recluida ha desaparecido. Allí el Dr. Crawler les guiará por el centro, donde descubrirán que las cosas no siempre son lo que parecen y una verdad perturbadora se esconde tras esos muros donde la realidad y el delirio se confunden.


Curiosamente, el planteamiento de la película es muy familiar. Ya se ha visto en miles de películas, la mayoría muy malas, pertenecientes a cineastas debutantes (las decepcionantes Hypnos y Somne son las primeras que me vienen a la mente). Mientras la estás viendo y empiezas a ver el juego de realidades, es fácil darse cuenta de que has visto cosas muy similares, por no decir iguales. Sin embargo, a pesar de que  “pasa lo mismo” que en otras películas, la sensación de inquietud e incomodidad está mucho pero mucho mejor conseguida. Me resulta sorprendente que, siendo tan parecida a las otras películas previamente nombradas, ésta tiene algo diferente que la hace ser efectiva. Será que los actores son mejores, el guión está más trabajado o que el director sabe poner las cosas de manera que te perturbe más de lo normal.

ACTORES: Como ya comenté en Red de mentiras, DiCaprio busca alejarse de la imagen de galán tanto como puede. Éste es otro ejemplo de ello. Su papel es de un inspector judicial que empieza a tener problemas para distinguir lo que es real de sus delirios. Se le exige mucho trabajo de interpretación para ser capaz de transmitir la confusión de su personaje y sale medianamente bien parado, una buena actuación. Frente a él está Ben Kingsley, en el papel del siniestro Dr. Crawler, que en una soberbia actuación consigue ser muy inquietante y perturbador. Dos actuaciones bien conseguidas para unos papeles que exigen.

DIRECTOR: Cuando la vi, desconocía quién era el director. La sensación era, digamos, de “Esto funciona”: cada encuadre, cada escena, cada juego de luces… está bien hecho y consigue el efecto de inquietar e hipnotizar. Mucho dinero gastado en escenarios y exteriores que ayudan a dar un ambiente incómodo, claustrofóbico y realista a la película. El mayor pero es la música, que peca de machacona y provoca más irritación que miedo. Salvando este fallo, Scorsese –ahí tenemos la explicación de la buena dirección- pergueña una pequeña pero inquietante película de ritmo lento y enfermizo, diálogos llenos de secretos y un aire de película de serie B hecha con mucho dinero muy curiosa.

GUIÓN: Estas películas suelen fallar porque sus actores son más bien malos –cosa que aquí no ocurre-, el director es un novatillo que no aprovecha lo que tiene –Scorsese es todo un maestro- o el guión tiene unos agujeros enormes que destrozan el final. Éste último factor es el más difícil de corregir, especialmente cuando estás jugando con lo que es real y lo que no. Normalmente se provocan abundantes incoherencias y explicaciones no válidas. Como no podría ser de otra manera, en este caso el trabajo está bien hecho. El guión es redondo, todas las escenas tienen su significado y, sorprendentemente, el final está bien conseguido y guarda cierta lógica con el resto de la película. Como se puede esperar, el guión pega un par de giros muy majos que descolocan un poco pero sin trampas ni escenas “falsas”, cosa muy a valorar en un thriller de este estilo. No obstante, el ritmo de la película es considerablemente lento. Todo sucede con una parsimonia y una solemnidad desquiciante, pero ya está ahí Scorsese para sacarle jugo y meterte una escena perturbadora que te distrae lo suficiente.

Mi sensación es que es una película igual a muchas bazofias de debutantes de serie B que a diferencia de éstas, funciona. A pesar de su similar planteamiento argumental, es evidente que hay muchos más medios para llevarla a cabo: buenos actores que hacen su trabajo, un maestro en la dirección y un guión sólido para llevar a cabo un thriller tan efectivo como éste. Un descenso a la locura agradablemente sorprendente.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 7.4

SPOILER: La frase final de Daniels con la que acaba la película es realmente desgarradora. Se puede entender que el tratamiento de Crawler es un éxito y ha recuperado la cordura y podría salir del manicomio. Sin embargo, se debate en un duro dilema: salir fuera con la carga de saber que eres un monstruo que ha matado a tu mujer, o sumergirse otra vez en su locura en la que eres un buen hombre que intenta hacer su trabajo. ¿Qué hacer? En la película, el personaje de diCaprio elige la locura, elige la creación de una realidad paralela en la que él es el héroe para así poder soportar sus pesadillas. Un final demoledor para una película perturbadora y enfermiza.

2 comentarios:

  1. El guión no sé si será bueno o no, pero el libro es cojonudo ;) básicamente porque Lehane Dennis es un as en novela negra. Por ciedrto para variar el libro es muchísimo mejor, más que nada porque para la pelli han tenido que recortar muchas situaciones y condensar la trama.

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  2. Lo buscaré entonces. Gracias por el consejo!

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