lunes, 14 de abril de 2025

El Atlético Invisible (Terry Pratchett)

Tenía este libro del Mundodisco por ahí olvidado. Como manera de desconectar de las opos, siempre va bien un dulcecito.

Título: El atlético invisible

Autor: Terry Pratchett

Título original: Unseen United

Traducción: Gabriel Dols Gallardo

“Ante el espectro de drásticos recortes que amenazan con perjudicar a su sosegado y agradable modo de vida, los magos de la Universidad Invisible de Ankh-Morpork se ven obligados a ceder a la voluntad de Vetinari, el tirano benévolo de la ciudad, y reanudar con la tradición futbolera de su venerable institución. Pero cuidado... No solo tendrán que aprender a dominar las impenetrables técnicas del balompié, formar un equipo en condiciones e incluso ganar un partido, sino que también tendrán que hacer todo eso sin recurrir a la magia.

Afortunadamente, cuentan con la ayuda de cuatro trabajadores de la Universidad: Trev, un simpático gamberro que lleva el fútbol en la sangre; Juliet, una hermosísima chica algo pánfila, pero de buen corazón, cuyo debut como modelo revolucionará el mundo de la moda; Glenda, la imprescindible cocinera de noche; y el hacendoso señor Uevo, cuyos orígenes son un misterio para todos, incluso para él mismo. Al acercarse el día del gran partido estas cuatro vidas se verán enredadas y cambiadas para siempre, mientras que el juego que tanto fervor despierta entre sus conciudadanos quedará sutil pero inconfundiblemente transformado.

Otra encantadora novela en clave de humor ambientada en el universo fantástico del Mundodisco. Terry Pratchett vuelve su mirada inconfundiblemente aguda hacia la universal afición por el fútbol y las rivalidades entre individuos de bandos opuestos u orígenes dispares.”

En Mundodisco, Pratchett ha sacado punta, criticado, satirizado y jugado con multitud de aspectos de nuestra sociedad, utilizando la fantasía como punto de apoyo sobre el que expresar su opinión y hacernos reflexionar sobre ello. Como su propio nombre nos puede hacer pensar, en El Atlético Invisible, Prachett se mete con el fútbol. Así, a partir de un relato divertido y satírico con la versión Anhk-Morpock del deporte rey y sus alocados fanáticos, encontramos también un cuento sobre el sentimiento de pertenencia y la manera de soportar el maltrato por ser lo que eres (si, se aprovecha para hablar de racismo), además de un par de paseos tangenciales sobre la vacuidad de los desfiles de moda en la alta costura.

La base del libro es el fútbol, pero la excusa para llegar a ello es quizás de las más flojas como tal de la saga. Dentro de sus excentricidades, la manera en que la Universidad Invisible funda un equipo de fútbol se pasa de frenada y luego el curso del partido no tiene un especial interés. Sin embargo, le sirve muy bien para captar el ambiente irracional del fútbol y sus seguidores, especialmente en todo lo que rodea al deporte sin ser el deporte, la capacidad de identificarse por unos colores y odiar al que viste diferente.

Luego en el partido propiamente dicho tenemos una buena muestra del fino humor del autor, aunque el pobre no es que sepa mucho de fútbol. No es que valga como literatura deportiva (jé) pero te ríes, entendiendo porqué es la cosa más importante de aquellas que no tienen ninguna importancia. Especial mención al tiempo de descuento, como debe haber en un partido y, sobretodo, al glorioso testimonio de cómo nace una religión “en directo” (lo mejor del libro).

En cuanto a los personajes, tenemos cameos de la mayoría de viejos conocidos, como el Bibliotecario, Rincewind, Vimes, etc. Como aquí no pasan de secundarios, podemos ver a estos personajes que queremos tanto “desde afuera”, siguiendo el punto de vista de los protagonistas del libro, que no siempre casan con la imagen que tenemos de ellos. Sin embargo, la acción principal corre a cargo de un puñado de recién llegados.

Destaca Trev, un chaval con buenas intenciones y mal vivir que intenta hacer lo correcto, siempre a la sombra de su padre, una de las personalidades del barrio que desapareció demasiado pronto. Tiene un talento natural para darle patadas al balón, pero no sabe si está muy contento con ser jugador de fútbol que es lo que todo el mundo espera de él. Dentro de su carácter granujilla, intenta seducir a la bellísima Juliet, la chica guapa de rigor que ha tenido la suerte de que su sonrisa ha abierto todas las puertas que ha necesitado. Un poquito pusilánime, se ha ido dejando llevar por la vida, asumiendo que el propio destino la llevará a casarse con Trev. Sin embargo, es descubierta por un empresario de la moda, lo que la lanzará a la fama, provocando que se vea rodeada de buitres que van a por su dinero, viejos ricachones que van a por su cuerpo y guapos modelos que tentarán sus intenciones.

Hay un montón de secundarios que pasan por ahí y allá, de entre los que destacan la cocinera Glenda, una de las personalidades más importantes de la Universidad Invisible, pues es la responsable que la comida llegue a los platos de los magos y estos no piensen en dominar el mundo, matarse los unos a los otros y, bueno, que no piensen básicamente. Por un lado, es una jefa implacable que aterra a sus subordinados, siempre con una frase lapidaria preparada con la que llevar a cabo su trabajo a la perfección. Por el otro, se convierte en la protectora de Juliet, a la que cuida como haría una amantísima abuelita, evitando por todos los medios que se descarríe y ande con malas compañías (como Trev). Finalmente, destacaría al Sr. Uevo, alguien tan especial que mejor le conocéis sin que os de más detalles.

Ankh-Morpork cobra aquí una importancia desmedida, sintiendo como vibra con cada partido y cada resultado. Como suele decirse, se convierte aquí en un personaje más. Cada vez me gustaría más poder visitarla como si de un Dos Flores se tratara, aunque no sé si saldría vivo de ahí. Me encanta este lugar y cada peculiar habitante de la misma.

Quizás el argumento no sea el más redondo, pero sí que se nota la prosa habitual del autor. Los personajes se hacen querer a una velocidad sorprendente y a cada momento encontramos guiños, puñaladitas y chascarrillos que nos sacan una buena sonrisita. Al desarrollo le habría venido bien un par de hervores más, pero es lo que hay. Después de todo, se trata del último libro escrito por el autor antes de su muerte, realizado posteriormente al anuncio de su Alzheimer, por lo que podemos entender que quizás había cierta prisa por acabarlo antes de que la cosa fuera a peor y quedara inconcluso.

Reflexión que me pilló con la guardia baja:

¿Qué significa que una vida “valga la pena”, Sr. Uevo?

Significa que dejas el mundo mejor que cómo lo encontraste.”.

Disfruto enormemente la familiaridad de leer un libro del Mundodisco. A cada vez me deja la sensación de reencontrarme con un viejo amigo al que hace más o menos tiempo que no veo. Quizás se trate de una de sus novelas más flojas, pero eso no quita que se trate de una lectura divertida, que viene ideal para desengrasar de cosas más sesudas.


Nota: 6

Nota goodreads: 3.99/5 

sábado, 12 de abril de 2025

300 - El origen de un Imperio

Tenemos aquí una película que va en un tono similar a la anterior. ¿Qué has visto 300 y te has quedado con las ganas de más espartanos? Aquí viene otra ronda.

Así, volvemos a las Termópilas y los 300 espartanos que detienen a un ejército de millones. ¿Qué ocurre en Grecia mientras Leónidas la está liando parda? Pues que los atenienses tienen la suerte de tener a Temistocles, que parte la pana en los mares y va a dar mucha guerra a los persas. Como base para el argumento, se vuelve a tomar el cómic de Frank Miller como story board. En este caso se trata de XERXES, la continuación de 300, lanzada para celebrar el aniversario de la obra magna.

Así, tenemos una obra muy deudora de 300 que arrastra un problema muy gordo. No es 300. Cualquier comparativa en acción, épica, trascendencia o puesta en escena es inferior a lo que ya vimos. Obviamente, Noam Murro tiene menos sentido de la grandilocuencia gratuita que Zack Snyder y el guión – aunque repita Frank Miller – no puede llegar a las mismas cotas de epicidad. Pasado este envite y aceptando su inferioridad, tenemos una estupenda película de acción que hará bien las delicias de todos aquellos que disfrutaron con los espartanos.

El origen de un imperio no se centra en una única batalla, si no que nos narra a su manera una campaña bélica entera – qué ocurre en los mares griegos durante la invasión persa – por lo que encontramos un desarrollo argumental más elaborado. A ver, tampoco nos flipemos, pero sí que se nota un intento de que conozcamos a los personajes y qué les mueve a hacer lo que hacen. Que sí, que las flipadas marca de la casa están ahí, pero Temístocles o Artemisia tienen más enjundia que Leónidas o Jerjes. También se nota que los actores que los interpretan (Sullivan Stapleton y Eva Green, respectivamente) están más dotados que los de la película original. Sí, Gerard Butler clava más los momentazos de rock&roll, pero en cuanto tiene que hacer un diálogo, se nota que da a para lo que da. Y por su parte Eva Green lleva veinte años haciendo de femme fatale como nadie y no nos cansa en absoluto.

Los años se notan en el aparataje digital, por lo que encontramos una variedad de escenarios mayor y una mayor cantidad de detalles completamente recreados por ordenador. La estética y la composición de planos sigue cuidándose mucho. Por otro lado, hay que reconocer que Murro es inferior estéticamente a Snyder, dejando en muchos momentos la sensación de que “esto ya lo hemos visto antes mejor”. Por ejemplo, el momento en que se pasa del final de 300 al inicio de la película deja claro un “huy, algo ha cambiado”.

Asimismo, pierde también en cuanto a molonidad y ritmo. El origen de un imperio dura menos y cuenta más cosas, por lo que debería entrar más fácil, pero cuando se pone excesivo se queda algo corto y no pone tan a tono como debería. Se nota que falta insipiración en cuanto a máximos se trata. Eso no quita que las escenas sean bien vistosas, que las cabezas vuelen como deben y tengamos la cámara lenta como debemos tenerla. De todos los deudores de los 300 espartanos, ésta es la propuesta que más cerca se ha quedado de la madre de todas las batallas, a pesar de sus defectos. Si lo que quieres es diversión y mata mata, se te ofrece con creces.

Con una propuesta de este estilo, uno pensará que la verosimilitud histórica es cuanto menos relativa. Pero con Miller nunca se sabe y se nota que sí ha estudiado los textos originales de los cuales hace su versión libre. Sorprende como es muy escrupulosa con algunos eventos para a continuación pasar del tema sin despeinarse al adaptar otras cuestiones. Podríamos resumirlo en que lo que nos mola se queda y lo que no, puerta. De la misma manera que el famoso “pues lucharemos a la sombra”, más de uno se quedará de piedra al comprobar las bastardadas que están acreditadas como históricas.

300 – El origen de un Imperio es un engendro entretenido que, obviamente, no llega al nivel de su predecesor. Aporta un buen puñado de escenas de acción con toneladas de sangre, cabezas volando y otras zaranganadas por el estilo. Como dije anteriormente, si te gustó 300, aquí hay un bocadito más. SI no te gustó 300, busca otra cosa que ver ^^.

 

Nota: 6

Nota filmaffinity: 5.4 

miércoles, 9 de abril de 2025

Los siete pecados capitales - Prisioneros del cielo

Se junta otra película facilita que cumple con lo que quiere. Se trata de Prisioneros del cielo, que pertenece al anime de Los siete pecados capitales.

Para los que hayan disfrutado del anime, se sitúa en algún punto entre la temporada 2 y 3, haciendo que los protagonistas vayan a una isla voladora donde la lían parda, aparece un nuevo puñado de malos a los que atizar, completando así una aventurilla más de nuestros “héroes favoritos”.

Este tipo de películas de relleno que gustan tanto en Japón, basadas en los shonen de éxito, tienen un problema común: al estar al margen de la línea temporal, están pensadas para poder saltártela sin perder nada de la trama general de la historia. Así, sabes que no va a ocurrir nada vital o trascendente y responden siempre al mismo esquema, pues los protagonistas suelen tener que enfrentarse a un enemigo muy poderoso del que nadie sabía nada que está al otro lado del mundo (en una de Naruto se van a la Luna, directamente), dando la excusa argumental para tener buenas escenas de acción con un presupuesto (y una animación) más importantes de lo normal y un momentito para que cada personaje se luzca. Prisioneros del cielo es una muestra más de este tipo de películas.

En este caso, una de las cosas buenas que tiene la película es que arregla el mayor problema del anime. Los siete pecados capitales tiene mucha tendencia a divagar dentro de las temporadas, provocando problemas de ritmo y de desarrollo de la trama. Me refiero, que es fácil perder el hilo o aburrirse porque no pasa nada o pasan demasiadas cosas. Aquí tienen que meter toda la trama que normalmente ocuparía una temporada en 2h, así que no tienen tiempo de tonterías y van a lo que van: están los buenos, están los malos y se atizan.

Con ello se consigue una película que está mucho mejor que sus dos temporadas sucesoras (cosa que tampoco era difícil). Se busca una excusa tonta para empezar a arrearse y a gozar de las buenas coreografías, ayudadas por un presupuesto mayor que el habitual en el anime semanal. Además se las arreglan para dar una pelea chula a cada personaje principal, aumentando en mucho la molabilidad del conjunto.

Obviamente, no vamos a tener ningún desarrollo de personajes ni se van a molestar en presentarlos. Se da por supuesto que los conoces y estamos en un relleno, así que nada de la historia general debe cambiar. Lo mismo ocurre con la inexistente trascendencia de la trama. Los protagonistas han ido a un lugar donde nunca habían estado ni tampoco habían nombrado, al que no van a regresar y del que no van a tener  memoria de haber ido.

Prisioneros del cielo cumple a la hora de ser un relleno entretenido, que ya es más que muchas cosas del estilo. ¿Te gusta la serie y quieres más? Aquí hay un bocadito extra. ¿No te gusta o no conoces la serie? Busca otro entretenimiento.

 

Nota: 5

Nota filmaffinity: 5.8 

lunes, 7 de abril de 2025

La ciudad perdida

Hoy traigo una película chorra vista en un viaje de AVE. No diré que es buena, pero sí que me ha entretenido.

El argumento es inesperadamente enrevesado. Sandra Bullock interpreta a una escritora de éxito de novelas románticas de aventuras, cogiendo a Indiana Jones y metiéndole spicy a tope, pero cuya franquicia empieza a estar en decadencia y necesita de nuevos estímulos. Se halla estrenando su última novela, en compañía del tio bueno de turno (Channing Tatum) que se ha encargado de hacer de modelo en las portadas del libro y suspira por encarnar al personaje cuando se hagan las películas. Le pone voluntad, pero es más tonto que un zapato. Y hete aquí que un malvado multimillonario no muy pegado a la realidad (Daniel Radcliffe) está convencido de que los relatos acaecidos en las novelas son reales, así que secuestra a ambos para que les lleve al tesoro escondido de la Ciudad Perdida, sobre la que gira su última novela y situada en alguna isla del Caribe. Channing Tatum verá en estos sucesos su momento para dejar de ser una portada de revista y convertirse en un héroe de verdad.

Con todo este trebejo, lo que disfrutamos es de una chorradita de aventuras que recuerda mucho a Tras el corazón verde, pero puesta al día. Sin tanta mala leche como La Momia, simplemente buscando entretener con una propuesta inofensiva y simpática. Así, tenemos un puñado de aventuras, con toquecitos de ación de comedia romántica, sin complicarse la vida ni tener alardes innecesarios.

A ello ayuda la inesperada buena química de todo el elenco actoral. Sandra Bullock da el pego como MILF tontaina, Channing Tatum clava el papel de tontaina bienintencionado, lo que provoca que funcionen bien como pareja protagonista. Por su parte, el malo zumbadísimo de Daniel Radcliffe está en la onda de personajes excéntricos que gusta de hacer, recordando mucho al Primer Ministro de los EEUU sobrado de ketamina que tenemos estos días. Y bueno, no podemos olvidarnos de un Brad Pitt muy autoparódico que goza de los mejores chistes de la película en un personaje que se mete demasiado adentro de la aventura. Está claro que todos se lo han pasado en grande disfrutando de un rodaje de tres meses en una isla tropical.

El guión no es nada del otro mundo ni sorprende en exceso. Avanza por caminos trillados, pero cumple sin ofender. Quizás no tiene nada de especial, pero tampoco tiene nada de malo dando unas aventurillas agradables sin exigencias. Se molesta incluso en tener un par de chistes ingeniosos derivados de los referentes del género que hace gracia reconocer. Asimismo, todo el gag de la maleta de ruedecillas me provocó buenas carcajadas.

Y es que tampoco tiene mucho que contar. Una película de aventuras agradable, que sabe de sus limitaciones sin complicarse la vida y tiene a un puñado de actores que sostienen la película sin dificultad a base de carisma. Da 100 minutitos de inofensiva diversión sin nada en especial que destacar.


Nota: 5

Nota filmaffinity: 5.0


sábado, 5 de abril de 2025

Austin Powers - La espía que me achuchó

Mira, un día más en que me apetecía ver una de James Bond y acabo poniendo una de Austin Powers. Si es que en el fondo cuentan lo mismo y con la última me río.


Inicialmente
, Austin Powers y el Dr. Maligno viajaron al futuro (nuestra actualidad). Aquí tenemos una vuelta del Dr. Maligno a los años sesenta, buscando jugar con las líneas temporales para acabar con Powers y así dominar el mundo. Obviamente, nuestro imposible agente secreto deberá buscar su Delorean particular para volver a los sesenta y salvar la papeleta. Así, a las chorradas y memeces de la franquicia, se unen chascarrillos y jugueteos con viajes en el tiempo y sus consecuencias.

Normalmente, se suele decir que una secuela suele contener lo mismo que la anterior, pero más grande. La espía que me achuchó es una buena muestra de ello, sublimando con acierto todo lo que funcionaba y llevándola al límite. Así, las características bondianas se mezclan con chistacos que funcionan en la mayoría de los casos, componiendo una de las mejores películas de Bond pre Craig que podemos encontrar. Ya el título deja bien clarito los referentes, toca parodiar todos los tropos del sub-género, pero al mismo tiempo se las arregla para usarlos con acierto para descojonar al personal.

 

Repite Jay Roach a la dirección y Mike Myers al guión y el protagonismo, con lo que encontramos el mismo humor grueso y basto que no debería funcionar pero que me hace reír cosa mala. A ello contribuye un Florentino Fernández en el doblaje que hace uno de los mejores trabajos de su vida y da vida a personajes inolvidables. Gordo Cabrón o El Dr. Maligno tienen un puñado de frases lapidarias que funcionan a tal nivel que se convirtieron en iconos para toda una generación.

El humor sigue siendo grotesco hasta límites impensables, pero se conjuga con cierta imaginación para dejar al espectador boquiabierto ante la nueva burrada que se va soltando una y otra vez. Quizás el que menos luce es el propio Austin Powers, pero cuando el protagonismo recae en el Doctor Maligno cada escena sube enteros con nuevos niveles de absurdeces. Lo mismo ocurre con Gordo Cabrón, el tercer personaje interpretado por Myers en la película: lo tiene todo para ser repugnante (y lo es), pero su interpretación es tan excesiva y Flo clava tanto el esperpento que el resultado es descacharrante.

Lo mismo ocurre con Mini-Yo y el resto de secundarios, ahora ya conocidos y más locos que nunca, dando lugar a un puñado de imitaciones sin sentido, juegos de palabras idiotas y un bombardeo de gags que te dejan tonto.

Luego podemos echarle en cara que argumento de la película parece salido de Scooby-Doo, al que se le ha añadido un montón de chistes verdes. La trama es incoherente, avanza a base de sucesos sin sentido mal hilados y el ritmo no destaca por su brío. Pero hay tanta diversión y tanto buen rollo que se le perdona casi todo.

La espía que me achuchó es una estupidez como la copa de un pino, pero llegó tan bien en su momento y le tengo cariño que le puedo pasar cualquier cosa. Son 90 minutos de chistes idiotas que me desternillan.

 

Nota: 6

Nota filmaffinity: 5.6