sábado, 16 de diciembre de 2023

Red

Red es una entrega de Pixar que Disney tuvo a bien meter directamente en su plataforma de streaming en vez de estrenar en los cines (con el consiguiente enfado de los directivos de Pixar), por lo que ha pasado bastante desapercibida para mucha gente. Sin embargo, no es ni mucho menos una propuesta a desdeñar.

El tráiler ya dejaba claro de que iba. Mei Lee es nuestra protagonista, una niña de lo más normal, con su colegio, su grupo de amigas y los problemas cotidianos que cualquier chiquilla puede tener. Quizás su madre es un poco (muy) exigente y ella vive aterrada ante la idea de decepcionarla, pero nada que pueda calificarse como extraordinario. ¿Qué da pie a que tengamos una película? Pues que un buen día Mei Lee se encuentra con que se transforma en un panda rojo gigante cuando se avergüenza o se emociona demasiado. Hace lo posible para ocultárselo a su madre, pero cuando ésta se entera, en vez de abroncarla, empieza a adiestrarla para convivir con su “maldición”. Pero Mei lee lo único que quiere es ser una chica normal…

Pues podríamos decir que estamos ante el primer anime que ha firmado Pixar. Si bien no es la primera vez que tenemos esa ambientación cultural (que ya habíamos visto en Big Hero 6 o Bao, por ejemplo), el tratamiento de todos los aspectos de la película es el propio del género: El desarrollo de los personajes a lo largo de la trama, los caretos que meten de cuendo en cuando, la capacidad de parar la acción para hacer el chistaco y luego volver a la película como si nada hubiera pasado… No sé si es una idea preconcebida con la propuesta, pero tengo muy claro con qué se ha criado la gran mayoría de los diseñadores//animadores del proyecto, la influencia es clara. Además, se percibe cierto cambio de estilo en su imaginería, pues Red se aleja del fotorrealismo habitual en el estudio, acercándose hacia un diseño más caricaturesco, como si de una versión 3D de un dibujo japonés se tratara.

Las aventuras (desventuras) de Mei Lee son más que suficientes para divertir a los más pequeños sin asomo de duda. Eso no impide tener un subtexto bastante evidente para los más crecidos. Es fácil interpretar su roja transformación como la llegada de la menstruación, y supongo que en los primeros minutos de metraje cuadran bastante con el simbolismo, pero el devenir de la trama ya deja claro que por ahí no van los tiros. Es más correcto considerar las transformaciones de Mei Lee con problemas para lidiar con la ansiedad y los problemas que te comporta cuando esto te sobrepasa, relacionándolo con los antecedentes familiares y las liadas que ha causado a diferentes generaciones de la familia. En todo momento se realiza un repaso de lo que fue la infancia en los noventa, no tanto abusando de nostalgia (ejem, Stranger Things, ejem) sino con cariño y respeto, recordando los tiempos en que todo era más simple hasta que dejó de serlo.

Estaremos también de acuerdo que la película es una oda al amor furry. Dejemos todos salir al animal de nuestro interior y sintámonos furros para amarnos hasta siempre. ^^

Un poco más en serio, me encanta lo reconocible que es la pandilla adolescente de la época, con toneladas de diversión, algo de rebeldía y su correspondiente vital búsqueda de un lugar en el mundo. ¡Qué bien traída está la Boy Band y todo lo que ocurre en torno a ella! Cada uno de los personajes del grupete se hace querer a su modo (mejorando a la Banda del Patio), encarnando tropos muy propios y reconocibles de su momento. No puedo sino quedarme con la protagonista Mei Lee (y sus momentos salidorros), sus encontronazos con una madre excesivamente protectora y la obsesión de Mei Lee de complacerla en todo lo que pueda (estuve un tiempo saliendo con una chica que tenía el mismo tipo de relación con su madre y, aunque se querían mucho, ¡cuánto daño se hacían!). Asimismo, me hace mucha gracia que se hable abiertamente de tampones y compresas, o que las chicas gusten de ver el baloncesto (aunque sea para ver tíos buenos) con total desvergüenza y naturalidad. En fin, un grupete de adolescentes que se mueven entre la obediencia a sus padres, las locuras de la inconsciencia y las ganas de vivir la vida.

Puede que no cuente una historia realmente diferente, pues no deja de ser un coming of age bastante canónico ambientado en los 90-2000. Los mismos tropos de siempre son bien visibles,  pero cuenta todo lo que desea con acierto, desarrolla la trama a buen ritmo, no considera estúpido a ningún espectador y permitirá que cualquier zagalillo de 10-12 años se vea reconocido en los problemas de las protagonistas. Tiene el añadido de que los protagonistas no son del estrato social habitual de estas propuestas que vienen de EEUU, lo que le añade cierta novedad y frescura (tal como hizo fantásticamente Amphibia, por ejemplo).

La banda sonora no destaca por su virtuosismo, pero encaja impecable con la acción, presta a dar el toque de naturalidad y realismo que cada escena requiere. Mención especial a la creación de la Boy Band y su puñado de canciones inventadas que perfectamente podrían haber existido. Lo mismo ocurre con la animación. El diseño es tan bueno como siempre, pero no busca alardear, sino servir a su historia con fruición, insuflando vida a unos personajes bien construidos. Visualmente bien diseñada, tiene sus puntos de originalidad, mezclando hábilmente la imaginería en un ambiente más cartoon del que estamos acostumbrados. No tiene la grandilocuencia que puede tener Coco o Up, pero se disfruta cosa mala, especialmente si tienes churumbeles de la edad adecuada (con los cuales quizás habrá que hablar al acabar).

Hay rumores (a día de hoy) de que Disney va a aprovechar que no tiene nada especial para Navidad y estrenarla en los cines aunque la película ya tenga un par de años. No voy a ir a verla, pero seguro que atraerá suficientes espectadores como para que el intento valga la pena.

Se llevó su correspondiente nominación al Oscar a película de animación, pero un año en el que tenía que combatir con Pinocho fue demasiado para ella.

Red es una película deliciosamente simpática que pasó mucho más desapercibida de lo que debía. Aventuras para toda la familia a través de una propuesta original, alejada de los cánones que Pixar nos ha venido trayendo estos años. Quizás menor y poco ambiciosa, pero definitivamente entretenida.

 

Nota: 7

Nota filmaffinity: 6.3 

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