lunes, 25 de agosto de 2014

Secuestrados

Las películas de bajo (o mínimo) presupuesto tienden a partir de buenas ideas que aprovechan las espartanas condiciones de rodaje para hacer gala de la calidad de sus creadores. No obstante, suele ocurrir que acertadas premisas caen presa de un flojo desarrollo o una incapacidad para ser plasmadas acertadamente. Otras veces, en cambio, lo que se echa en falta para convertir una película de bolsillo en una buena película es justamente su presupuesto. Notar que el resultado se empobrezca por no disponer de más recursos es a veces un fastidio, y es justo lo que acaba ocurriendo en esta propuesta.

En Secuestrados, la rutinaria vida de una familia se ve quebrada cuando su chalet es asaltado por una banda de albaneses para realizar un “secuestro-express”. Los criminales confían en que el terror que somete a la familia sea suficiente para hacer un trabajo fácil y rápido. Aunque claro, las cosas no siempre salen como uno desea…

El incómodo inicio no hace esperar nada bueno. La presentación de la “familia feliz” se realiza torpemente, con diálogos forzados y una sensación de incomodidad general por parte de los actores. Es cutrillo con ganas. Una vez empieza el secuestro, la película sigue siendo cutre, pero consigue ponerte mucho más a tono. Evidente deudora de Funny Games, con influencias quizás excesivas, se recrea en cómo un día tranquilo se transforma en una pesadilla.

El director te arroja con energía la sangre, el sudor y las lágrimas de los protagonistas. Primeros planos combinados con larguísimos planos secuencias y pantallas partidas al estilo 24  son las principales novedades que aporta el director para provocar tu incomodidad y pegarte al asiento. Porque lo hace, aunque el guión abuse de todos los tópicos posibles (desde el secuestrado que se hace el chulito, apariciones inesperadas, incompetencia de los secuestradores, un par de incoherencias extrañas...) y los actores no estén muy por otra labor que gritar y llorar, se empatiza rápido con la pobre familia y el ritmo no te deja descansar una vez empieza la fiesta.

El otro problema al que se enfrenta la película es el dinero, que brilla por su ausencia. Tanto la ambientación como los efectos especiales son modestos (siendo amables), y estoy seguro de que la película se ha rodado directamente en la casa del director, que seguro que ha acabado poniendo el coche y todo. Se nota que no se pueden hacer buenos exteriores, ni hay capacidad para trabajar bien la fotografía ni tener un sonido aprovechable. ¡Ay si hubiera tenido un presupuesto decente!

Teniendo en cuenta los recursos disponibles, la película obtiene un resultado digno (e impactante), la imitación de Funny Games patria tiene su gracia, pero claro los fallos que hay se notan taaanto.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.1


PD: El final es una pasada, de los que te dejan el culo torcido.

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