Ahora
que estos días hemos tenido por aquí la serie de Marvel, pongámonos a recordar
la película que tanta fama (ejem) cosechó en su momento.
Así, tenemos a Daredevil, el abogado ciego de día, que de noche se dedica a ponerse la máscara y castigar a aquellos que escapan de la justicia gracias a su oído superdesarrollado y sus habilidades marciales. Esto causará las iras del jefe de la mafia local (Kingpin), que contratará a dos letales asesinos para acabar con él. O algo así.
Cuando
yo vi la película en el cine (si, fui de los locos que acudieron a verla),
apenas conocía al personaje de haber salido algunas veces de secundario en
historias Spiderman, así que no sabía nada de él. Lo que me encontré fue un
engendro de película que no tenía sentido, con un “bueno” que no dejaba de
acosar mujeres, unos personajes que parecían cada uno sacado de una película
diferente y una mezcla de imaginerías que no se entendían. No entraré en lo
peregrina de la historia, que abarcaba más de lo que debería en un batiburrillo
muy raro.
Ahora, al volverla a ver, conocer mucho más al personaje y tener un bagaje mayor de películas a mis espaldas, pues me he encontrado con una película chunga pero… no TAN chunga. Si bien la tenía por una blasfemia al personaje, en este repaso veo que hay cariño y ganas de que las cosas salgan bien. Han cogido elementos muy reconocibles de las tres grandes etapas del personaje y los han metido en danza con total literalidad. Que luego el tono de esas sagas no pegue entre ellas y el director no se haya molestado en adecuar una cosa a la otra es diferente. Los elementos originales están ahí, hay un chorrón de detalles para el friki, se plantan las semillas para tres secuelas… pero se conjugan con unos problemas de ritmo muy grandes, errores groseros de tono y una trama que no sabe muy bien si ser de Frank Miller o Mark Waid y se queda a mitad de todo. Es decir, percibo muchas ganas de que este proyecto salga bien. Otra cosa es que salga, que el director da para lo que da. La cantidad de despropósitos tras las cámaras es bastante grande, pero se trata de la obra más reconocida de su director – aunque parezca mentira, es así – que luego se arrejuntó a Nicholas Cage y nos dio sus Motorista Fantasma. Con un CV como éste, el resultado no es tan sorprendente.
A
pesar de los ríos de tinta que han corrido en su contra, Ben Affleck no carga
con las culpas del desastre. De él sabemos que es un frikazo que se ha leído
todos los cómics del derecho y del revés y estoy seguro de que es la persona a
la que más le duele que la película saliera como salió. Le pone ganas, le pone
esfuerzo y hace lo que puede por dar vida a un Matt Murdock ligón (y pesado) y
torturado (muy de su época) que podría haber salido de casi cualquiera de los
grandes cómics. Sin embargo, tiene el problema de que el resto de actores no
saben (o no quieren molestarse en saber) dónde están. Colin Farrell (Bullseye)
hace aquí uno de los papeles que le granjearon fama de ser uno de los peores
actores del momento, lo mismo ocurre con Jennifer Garner, cuya Elektra no está
bien escrita ni ella hace un buen trabajo. Sólo hay que ver su presentación que
sobrepasa la vergüenza ajena imitando a una Matrix estrenada no hacía tanto.
Por lo menos Michael Clarke Duncan hace un Kingpin bien hecho, brutal y
aterrador, como debe ser. El aspecto exterior es un poco chocante, pero es
verle moverse por la pantalla y ya da el pego.
Por otro lado, debemos destacar también el trabajo de Evanescence, ejemplo perfecto de bandas sonoras que se lo creen mucho más que la película. La de gente que se quedará alucinada al comprobar que algunos de los hits más conocidos de esta banda se estrenaron para esta película. Cancionazas que están muy por encima del metraje.
Daredevil es una película que se hace aburrida. No se decide si quiere ser comedia, drama o thriller, tiene problemas de ritmo y unos diálogos un poco vergonzantes. Por otro lado, se nota que los creadores querían hacer las cosas bien. No tenían ni idea de cómo, pero lo intentan con multitud de guiños y detalles presentados en pantalla de manera similar a la que tuvimos después MCU. Fallando en casi todos los aspectos, sorprende que llegara a tener una secuela de todavía peor calidad. Mis dieces a la banda sonora, por otra parte.
Nota:
3
Nota
filmaffinity: 4.3
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