miércoles, 24 de octubre de 2018

Thor: Ragnarok


Puesto en perspectiva, las películas de Thor previas al Ragnarok me habían hecho muy poca gracia. Debería estar de buenas para tratar tan bien a la de Kenneth Brannagh y la segunda ni siquiera me molesté en reseñarla. No es que me ilusionara especialmente cuando se anunció Thor: Ragnarok, aunque estuviera bajo la batuta del director de Lo que hacemos enlas sombras. Sin embargo, como ya ha pasado otras veces, la cachondidad del tráiler me vendió la moto para estar atento a echarle un ojo. ¡Si hasta salía Hulk haciendo de gladiador! Pues bueno, acabó cayendo.

El cambio de tono con sus dos predecesoras es brutal. Se abandona por completo la trascendencia shakespeareana que se había venido usando y nos traen una película llena de LSD, que recuerda a los cómics creados por Walter Simonson, en una época muy loca del Dios del Trueno (de la humanidad), mezclado de una manera muy… ejem… con una versión muy libre del muy serio cómic Planeta Hulk.

Thor: Ragnarok es una película muy zumbada, casi podríamos considerarla una spoof movie de súpers, pues tanta chorrada y tanta memez arrejuntada no se puede tomar de otra manera. Lo más curioso es que además se las arreglan para tener un argumento coherente entre tanto engendro estrambótico y tanta fantasía colorista. EL humor campa a sus anchas con un bombardeo continuo de gags bien capaces de dejarte boquiabierto, alucinando como todos los momentazos épicos se cortan tras una gilipollez de uno u otro personaje. Yo he tenido muchos problemas para aguantar en la butaca de la risa, que conste. Por otro lado, hay que puntualizar que no se trata de una comedia de acción en estilo de Guardianes de la Galaxia (que podríamos considerar como una peli de Jackie Chan supervitaminada), Thor es una soberana tontería, muy deudora de las míticas Agárralocomo puedas o similar.

Lo más importante es que proporciona diversión por un tubo sin asomo de grandilocuencia. Es un film desinhibido y fresco, con muchas ganas de reírse de sí misma. Se cambia el paradigma de los personajes y la interacción entre los hermanos Thor y Loki, aportando más variedad y carisma. Además, los secundarios están bien aprovechados para aportar ritmo y un buen par de gags, especialmente a costa de Hulk, que probablemente se guarda los mejores chistes de la cinta. Nos los creemos y nos mola, estoy seguro de que el grupete se lo ha pasado en grande rodando la película.

Chris Hemsworth fue, inicialmente, al actor que tenía más miedo para dar vida a los súpers de Marvel, pero a medida que pasan los años ha sabido hacer suyo al Dios Asgardiano, creciendo a lo largo de las películas y explotando una vena cómica que ya venía tiempo anunciando. Hemsworth no sólo moja las bragas de medio mundo sino que sostiene a Thor como nunca esperé que pudiera hacer: es un héroe con alma, torpón pero valeroso y capaz de hacer saltar cualquier tipo de lógica cuando la situación lo requiere.



Además, las nuevas incorporaciones funcionan como un tiro. Desde el carismático cameo del Dr. Strange (je, je) como el pasadísimo de vueltas personaje de Jeff Goldblum, que debe llevar años buscando el tío más raro posible para llevar a la gran pantalla. ¡Vaya bicho! Por su parte, Cate Blanchett interpreta a Hela, la “nueva” hermana de Thor y Loki, componiendo la mejor villana en solitario de una peli de Marvel. ¡Qué estilo a la hora de pegar palizas a todo Dios que pasa por ahí, po’ favó’! Sabe ser épica (y arreglarse el pelo cuando va a matar) en medio de tanta gansada. No hay nada como tener a un buen actor que se toma en serio su trabajo…

Se abandona también el ambiente tenebroso y oscuro que habían tenido sus predecesoras, mucho más seriotas. Aquí los colorines campan por doquier en una película que es pura festividad visual (para muestra, la persecución de las naves recreativas en el planeta de Goldblum), complementando unos efectos visuales puestos, aunque parezca extraño, al servicio de la película y no al revés. Tanta brillantina le aporta un toque cartoon que permite aceptar cualquier burrada comiquera con mucha más facilidad. Después de todo, ¿quién no va a adorar un Coliseo galáctico en que Thor y Hulk se atizan como gladiadores de la Antigua Roma? Una fiesta. 



Evidentemente que se trata de una película que no gustará a los que disfrutaron de las anteriores entregas (¿los hubo?), ni a aquellos que tengan a Thor en un pedestal de los héroes honorables y épicos. Ésta no es su película. Todo es cuestión de poner el chip del humor, entonces Thor: Ragnarok funciona como un tiro. De las mejores de la franquicia.

Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.5




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