sábado, 18 de noviembre de 2017

Años de una vida joven (Carmen García Fresca)

Lo primero que debo hacer es disculparme por poner la foto de un libro que no es, pero no encuentro ninguna imagen por interné y ya he liberado el mío, así que no puedo hacer otra cosa (muy mal por mi parte). El libro (el 17 de la cesta’13) es la segunda parte del que veis en la foto, para que os ubiquéis rápido.

Título: Años de una vida joven
Autor: Carmen García Fresca

Sólo una gota de sangre era un compendio de recuerdos de las aventuras y desventuras infantiles de Carmen García Fresca, funcionando como una entrañable autobiografía de la autora hasta su llegada a la adolescencia. En Años de una vida joven, encontramos su continuación, hilando argumentalmente la vida de Carmen desde sus 13-14 años y empieza a explorar el mundo con la temeridad que da la juventud hasta que ya ha forjado a su familia con unos veintipocos años.

En consonancia con la mayor madurez de la protagonista, se abandona el aroma nostálgico sobre las anécdotas de la infancia para adentrarnos en una novela de llegada a la madurez, siguiendo las vicisitudes de una joven que intenta encontrar su lugar en el mundo en una ciudad pequeña de los años 50: los sueños y aspiraciones que puede tener, las anécdotas que le ocurren a sus allegados, las luchas por independizarse y abandonar el nido paterno…

El libro como tal está mucho mejor hilado, siguiendo una progresión argumental concreta, sin estar constituido a base de saltos temporales aquí y allá. Por tanto, goza de un armazón más robusto con el que poder sumergirse en un mundo que ya no existe, pero que muchos recordamos de las anécdotas que contaban nuestros abuelos (aquí reconozco las andanzas de mi abuela de la otra rama de la familia, criada en una ciudad pequeña como la de la autora). Creo poder adivinar (a ver si acierto, jeje) que se escribió un buen tiempo después de la anterior entrega, y su autora tenía mucha más experiencia a la hora de componer un relato concreto. Un hilo conductor mucho mejor hilvanado permite leerlo con más facilidad y facilita pasar páginas sin ningún esfuerzo.  

A grandes rasgos, la experiencia me ha recordado a mi lectura de Entre visillos, pues ambos son relatos realizados con cariño (y un poquito de retranca) sobre una época que ya pasó, sin buscar idealizar unos tiempos que no volverán ni recrearse en los avatares de unos tiempos duros (que los eran). Se percibe la alegría de vivir, el ansia de descubrir un mundo en que (casi) cualquier cosa es posible y una sociedad que ha dejado de lamerse las heridas y ofrece, por primera vez, una oportunidad a todos.

La mentalidad de la protagonista recuerda en mucho a la de la cabeza de familia de Cuéntame, mostrando una cierta apertura de miras hacia la modernidad, sin por ello evitar sentirse influido por lo que es “tradicionalmente” decente y a que las cosas se hagan “como Dios manda”.


Carmen, muchas gracias por los buenos ratos que he tenido por tu libro. Gracias Ana (la rana) por proporcionarme el libro. Una propuesta entrañable que se nota escrita con cariño. ¿Alguien sabe si hay una tercera parte?

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