sábado, 20 de febrero de 2016

Ventana secreta



Reconozco que hice a mi pareja ver Perdida un poco a traición, sin avisar antes de qué iba (más allá del director). Al dia siguiente insistió en responder con otra película de estas confusas –aunque yo no la conocía de nada-

Basada en un relato corto de Stephen King nos cuenta las desventuras de un autor de cuentos alcohólico, un poco drogata y algo loco (vamos, casi que de él mismo) que, cuando su vida afectiva está acabando de desmoronarse, es perseguido por un paleto sureño que le reclama la autoría del cuento que le hizo famoso. Al principio el escritor se niega a ceder al chantaje, pero no sabe a quién está provocando y el terror que desatará al negarse a aceptar los “requerimientos” de su chantajista.

El toque especial de King se nota desde el primer momento. El protagonista es un inadaptado social con una personalidad que recuerda demasiado al propio autor, desborda autocompasión y cae continuamente en el alcoholismo para soportar su día a día. Una vez producida la aparición inesperada que rompe la precaria calma en que vive, la frontera de la realidad y lo sobrenatural, del temor y la paranoia se rompe y ya nada –y todo- es lo que parece. Manteniéndose siempre en un agudísimo filo, con un tono a medio caballo entre el terror y el thriller, el estilo es puro King, de eso no hay duda. 

Sin embargo, el film no se explicaría sin la presencia de Johnny Depp. La película descansa en sus hombros de manera absoluta, además de ser el productor de la misma (yo me lo guiso yo me lo como). En una suerte de trasunto del propio King, su personaje es patético, absurdo, con la incoherencia propia de aquellos que la han cagado demasiadas veces y no pueden evitar dejarse llevar por sus excentricidades. Su trabajo es notable y es él quien separa la película del ambiente de telefilm barato del que está impregnada. Lástima que el resto del elenco no acompañe, especialmente una Maria Bello que parece estar pensando en otra cosa cada vez que aparece en pantalla, rompiendo más de una vez el clímax de la escena.

Esta película bebe un poco de dos aguas, como si su director no supiera bien hacia donde dirigirse, si hacia el thriller o al película de terror y acaba metiendo un poco de todo. Se introducen elementos de un género para dar paso a elementos de otro sin buscar ningún tipo de sinergia o de combinación positiva entre ellos. Incluso se molestan en algunas escenas, especialmente en un desenlace donde David Koepp se mete gratuitamente en un fregado de tres pares de narices (que consigue resolver bien, por suerte para la película) totalmente innecesario. La composición es muy funcional, debida a un presupuesto mínimo que la ficha de Depp se come casi entero. Por ello la factura es la propia de un telefilm barato. Justita y apañada, pero usada con imaginación para generar una atmósfera inquietante y bastante lograda, dispuesta para desazonarte en unos clímax apañadicos entre tanta modestia. 

En cierto modo acaba recordando a los relatos de terror de finales del XIX, basados mucho más en un ambiente inquietante y sobre qué se te enseña y qué se te esconde antes que en monstruos terroríficos o súper-asesinos carniceros.

Sin embargo, esta modestia no sólo es patente en su precaria muestra en escena, sino también en las incongruencias de un guión que quiere jugar a ser más listo que nadie, metiéndote un par de trampitas en el camino pero que luego no contiene más que unas pocas frases inspiradas y un ritmo parsimonioso que no invita a entrar en la película. La premisa, aunque trillada, suele ser eficaz, pero su desarrollo no acaba de aprovecharla provocando incluso un par de bajones de ritmo peligrosos para la atención. El brío se recobra en los minutos finales, captando aceptablemente tu interés para que te intrigues sobre cuál es el final que ha escogido el autor, de las tres-cuatro soluciones que existen en el manual. 

Ventana secreta cae dentro del saco de películas sin rastro de virtuosismo pero que están realizadas con corrección en su modestia. Johnny Depp y una atmósfera inquietante son los aspectos más destacables de un thirller correcto que consigue captar tu atención y entretenerte 90 minutos. Película funcional para una tarde de sábado si no tiene nada mejor que hacer.

Nota: 4
Nota filmaffinity: 6.2

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